jueves, 30 de mayo de 2013

A vivir la propia vida y dejar vivir, joder!

No, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no, no hay que vivir la vida basándose en la de los demás para ser feliz.

miércoles, 29 de mayo de 2013

He tratado.

He tratado de no enojarme cuando todo estaba dado para que así lo hiciera. He tratado de no entristecer cuando nada podía impedir que me sumerja en ese estado. He tratado de no ser cruel con aquellos que no merecían de tan despreciable postura de mi parte. He tratado de no ser tan frívolo en momentos donde la calidez pedía a gritos hacerse presente. He tratado de ser más obediente cuando ya no podía seguir desobedeciendo a aquello que estaba frente a mi. He tratado de ir más tranquilo cuando el apremio no contribuía en nada al bienestar de los demás ni al mío propio. He tratado de salirme de situaciones incómodas cuando me dí cuenta de que mi participación en ellas sólo ahondaba en tal malestar. He tratado de olvidar ofensas y afrentas cuando éstas me enojaban con la otra parte; pretendiendo sanear lo ocurrido. He tratado de satisfacer a quien demandaba de mi atención ante reiterados llamados. He tratado de cantar cuando sabía que conectarme con mi amada música sería la mejor opción a llevar a cabo. He tratado de ir hacia algún lugar concreto cuando mi camino oscilaba entre difusos puertos. He tratado de ser mejor siempre en pos de ser una persona íntegra y buena para mi y para los demás. He tratado de no opacar momentos y novedades ajenas con repetidas cosas mías. He tratado de no llorar cuando hacerlo hubiera sido devastador para todos, incluso para mí. He tratado de solucionar todo lo que estuvo a mi alcance sin hacer preferencia o excepción alguna ante nada ni nadie. He tratado de cambiar, a pesar de que se fuera notando muy despacio la transformación que en mi se operaba. He tratado de ayudar y de dejarme ayudar para que nada quedara por hacerse en lo que a mi respectaba.
He tratado de tratar a pesar de todo y a través de todo, siempre, porque en el tratar está la clave. He tratado. Y lo seguiré haciendo.

martes, 28 de mayo de 2013

Imagen de un otoño encantador.

Una calle cualquiera de mi barrio es una imagen encantadora que hace alusión directa al tiempo que estamos viviendo por esta época del año.
El otoño, al cual he hecho referencia en alguna entrada de semanas pasadas pero que estando en esta estación y disfrutando de las tonalidades e imágenes que arroja no puedo dejar de seguir trayendo a mi blog, es un tiempo que transforma los colores que ofrece la naturaleza dándole tonalidades luminosas y una gama de tonos que oscilan entre suaves y contundentes.
Imágenes como la de una vereda, cualquiera sea, que otrora puede parecer una fotografía vacua para ilustrar cualquier presentación puede volverse completamente llena de expresión y revestirse de total luminosidad y belleza muy fácilmente en este tiempo, como pueden ver en este caso.
Es cierto también que cada imagen causa una impresión diferente según quien la observe, pero en un punto y acompañando cierto relato específico todas pueden volverse dignas de contemplación y disfrute.
Por esto comparto la que pueden ver aquí, considerada por mí como una imagen más de un otoño encantador.

lunes, 27 de mayo de 2013

El arduo camino de ser cada día (un poco) mejor.

La verdad es que yo tengo tanto, tanto que cambiar y mejorar en mi forma de ser que realmente cuando me doy cuenta de todo lo que tengo por delante con respecto a este metier me asusto.
Comento asiduamente en mis redes sociales o en este sitio web acerca del esfuerzo y el empeño que le pongo a todo para poder ser un Ser íntegro y feliz que vaya por la vida sin hacerle mal o significar siquiera una molestia para alguien.
Bueno, el caso es que a veces caigo en la cuenta de que todo el ahínco que pongo por un lado se desvanece cuando por otro debería moverme con la misma prestancia para no caer en lo que deseo erradicar de mi vida y que a feas actitudes e intenciones se refiere.
Me cuesta, pero me urge a la vez, comentar tales falencias de mi vida ya que por un lado no me resulta fácil asumirlas (o mejor dicho sí me resulta fácil pero no me resulta grato) y por otro me parece justo que como comparto lo que significa bueno y provechoso de mi Ser también comparta aquello que lo muestra como realmente es: un cúmulo de sentires e intenciones que están siendo encausados permanentemente en pos del bien de todos; del mío y de quienes me rodean.
Y es difícil, y es complejo abordar una vida (la propia) y salirse de la repetida manera de manejarse en ella basándonos en los impulsos y los arranques con los que habitualmente y desde siempre acostumbramos manejarnos. ¡Claro que es difícil! Sin embargo hay que  poder hacerlo, aspirar a hacerlo al menos, sacando de estos arranques e impulsos arraigados en nuestra forma de ser una enseñanza que nos ayude a modificarlos o erradicarlos cuando nada positivo vengan a sumar en nuestra vida y en la de los demás.
Bueno, como decía; hay mucho que debo cambiar y mejorar en mi forma de ser, es cierto; pero también, claro, hay algo de lo que me siento absolutamente afortunado (orgulloso) y es en el reconocerme diariamente en lo bueno, y principalmente en lo malo que sale de mi, ya que como es altamente favorable distinguir lo luminoso de nosotros mismos para tener más incentivos y fuerzas para seguir superándonos también es absolutamente necesario y renovador encontrarse frente a nuestra propia miseria personal para poder evaluar luego la forma de abordarla y transformarla en algo que venga a significar cosas buenas para nuestra vida.
Por eso, como les decía, es un trabajo que lleva mucha dedicación vivir una vida de buena intención y convivencia altruista con el prójimo y con uno mismo, pero en la dedicación es que finalmente veremos asomar los rayos de esa luz que queremos y buscamos para nuestro Ser y que no significa otra cosa que la felicidad y la paz personal de saberse con un trabajo interior bien hecho.

domingo, 26 de mayo de 2013

Será a través de mis redes sociales en forma constante. Lo merecen.

Voy a seguir instando a la gente a través de mis redes sociales a dejar de maltratar a los animales, ya que éstos, además de los perros, los gatos, los hamsters y todo ese tipo de animalitos adaptados a la vida en un hogar humano, también son los cerdos, las vacas, los pollos, los peces y todos los que no pertenecen a nuestra raza, la humana; que siendo también animales en esencia nos hemos separado y distanciado de ellos, los auténticos, adquiriendo vicios, nefastos hábitos, feas costumbres, y denigrando -en definitiva- nuestra especie y la de ellos.

viernes, 24 de mayo de 2013

¡Otra vuelta!

Es el carrousel o, más popularmente llamada por este parte del mundo, la calesita una de las atracciones que de haber tenido cercanas a nuestro domicilio o al menos de haber existido en nuestra ciudad, ha sido de los mejores puntos de entretenimiento que podamos haber disfrutado en nuestra infancia.
Yo considero que la calesita, como la llamaré de ahora en adelante en lugar de decirle carrousel ya que el primero es el que la define y la nombra mejor para quienes andamos por estos lares del mundo como decía, nos transportaba a un mágico momento que era único en nuestra inocencia y candidez y que en cada vuelta que podíamos dar en ella tratando de ser los victoriosos poseedores de la sortija nos encontrábamos con el hecho de que en ese mundo de música, luces coloridas, caballitos que subían y bajaban, y demás maravillas que nos aguardaban tras la compra de cada boleto podíamos volar y transportarnos a un mundo de sueños, felicidad y bienestar asegurado.
Por eso el "¡Otra vuelta!" siempre estuvo a la orden del día en cada visita a este lugar.
Otra vuelta que no era sino la intención de seguir trasladándonos hasta ese lugar imaginario sin representación real pero sí emocional que acabábamos de abandonar al detenerse el giro continuo de la calesita.
Otra vuelta a retomar quizás ese lugar que nos habíamos visto obligados a abandonar cuando paró el motor de nuestra diversión circular pero al que queríamos regresar en el próximo viaje que se iniciaba en pocos minutos.
Otra vuelta que nos estaba condicionando a aceptar el acuerdo de que esa próxima sería efectivamente la final, aunque pretendiéramos de todos modos, al terminar ésta que se nos permitía, intentar conseguir una más, otra vez.
Otra vuelta, sólo otra vuelta más. Eso era todo lo que pedíamos. Eso era todo lo que por el momento esperábamos. Y parecía que todo lo importante del mundo y que todas las miradas del universo entero estuvieran en ese momento, en el cual se decidía por parte de algún mayor que estaba con nosotros si accedíamos o no a ella, puestas ahí en ese lugar e instante fatídico signado por la tensión de obtener el sí tan esperado.
Y así es que visitando la calesita de nuestro barrio, nuestra ciudad, o del lugar en el que nos encontráramos éramos felices y todo allí, en ese mundo de encanto, cobraba una dimensión y un significado especial.
Por eso, otra vuelta era necesaria. Era casi imprescindible.

jueves, 23 de mayo de 2013

Hasta 8 (ocho) perros sería lo razonable.

Los paseadores de perros tienen la costumbre de pasear la mayor cantidad de animales en un mismo turno, motivo que dificulta el manejo de dicho grupo, a las claras, y en s de una oportunidad imposibilita el paso tranquilo de personas y de otros perros que van con sus dueños en un cruce de veredas por ejemplo, significando esto una irresponsabilidad que bien podría ser evitada si se tuviera mayor conciencia que en pos de sumar una cuota más a su ganancia de paseo no se puede resignar la seguridad y tranquilidad de los demás.
En todo caso, para no pedir a nadie que deje de ganar con su trabajo la cantidad de dinero que pueda, sería conveniente que se habiliten más turnos de paseo por día para un mismo paseador y no que para ganar más (tiempo libre y dinero por día) se acumulen perros en una salida como objetos a pasear no contemplando de esta manera el bienestar de los animales ni de los seres humanos. Es una opinión. Mi opinión. Y no es solamente la mía.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Somos los dueños.

Seguimos caminando
porque de esos se trata.
De caminar.

De seguir
y de detenerse sólo cuando uno,
y solamente uno,
lo crea necesario.

Y ahí sí,
recién ahí,
seguir en la dirección que nos plazca
al retomar el camino.

Somos los dueños de nuestra vida.
No hay que olvidarlo.

Nunca.

martes, 21 de mayo de 2013

El reflejo de nuestra vida interior.

Cada cosa que pensamos, hacemos, decimos, mostramos a través de nuestro desempeño en la vida y hasta que dejamos de hacer, revela parte de nuestro Ser interior, ese que es el auténtico, que nos representa sin concesiones,  y que siempre se muestra de una u otra manera.
Nunca podemos taparlo o ignorarlo, aunque sí confundirlo y camuflarlo bajo diferentes formas de ser que impostemos y que no sean las auténticas; aunque tarde o temprano, como se puede suponer, se caigan -dichos disfraces- y se muestre nuestro verdadero ser.
Porque después de todo ¿podría vivirse toda una vida siendo alguien que realmente no se es? Es decir, ¿podríamos estar todo el tiempo fingiendo algo que no somos para sólo encontrarnos con nuestro verdadero Ser cuando estamos a solas, con nosotros mismos?
Opino que no se podría llevar adelante durante mucho tiempo una postura de vida tal, porque sería demasiado sofocante, seguramente.
Es así que somos el reflejo de nuestra vida interior y todo aquello que seamos realmente, se manifiesta y se asoma por los lugares y situaciones menos pensadas.
Está bueno que así sea, ya que sí somos agua y queremos ser fuego me parece que tenemos un problema con respecto al hecho de asumir nuestra verdadera esencia. Somos lo que somos y está en nosotros mejorar y cambiar parte de todo lo que no nos guste en cada uno, pero de ahí a ser otra cosa que no somos ni podremos ser jamás queriendo mostrar algo que es falso, hay una diferencia.
No deberíamos dudar de poder manifestarnos plenamente con nuestros deseos, aspiraciones, elecciones y posturas adoptadas frente a determinados temas de la vida, porque eso es lo que nos hace libres; espiritual y físicamente.
No importa aquello "que sea" una persona, u otra, siempre que "eso" que sea y la represente resida en lo auténtico y la pinte de cuerpo y alma en cada momento de su vida.
Ya pasamos la era de la apariencia, por suerte, y estamos en los tiempos de la valoración personal; esa valoración que comienza desde nuestro interior y se exterioriza pura y sin manchas hacia los demás, tal y como se precia allí dentro, en nuestro interior.
Por eso, siendo nuestra vida y todo lo que de ella se desprende el reflejo de lo que realmente somos, no vale la pena fingir y gastar tiempo en armar ficticias imágenes personales ya que tarde o temprano terminarán por caerse y quedaremos al desnudo frente a nuestra propia y genuina esencia y algo que no es menor, frente a los demás.

lunes, 20 de mayo de 2013

Si nos llenan la cabeza...

Hay una premisa que es de rigurosa certeza y tiene que ver con el hecho de que cuando alguien está influenciando a alguien más por el motivo que sea y en forma constante, aunque la parte influenciada no registre tales ponzoñas y haga oídos sordos a las mismas, a la larga y por cansancio, repetición y constancia éstas terminan mellando sobre esa parte influenciada y ya nada puede hacerse para poder a desoír a tales pensamientos (que es en lo que finalmente se transforman después de tiempos y tiempos de haber sido inculcadas estas ideas).
Dicho de manera más coloquial y callejera: cuando te llenan la cabeza sobre algo o alguien, casi siempre con suposiciones y/o falsedades, ya está; te cagaron la vida.
Es una realidad tan irrefutable como absoluta, y no se puede negar. Más, cuando la gente que cae bajo este tratamiento lo hace porque es débil y por tal motivo no tiene la suficiente autonomía mental y espiritual para enfrentarse en tiempo y forma y poder (el tema es que se lo desee) frenar estas malas influencias.
Y no vayamos a creer que este tipo de "carnada" fácil para ser influenciada son las personas que se ven indefensas o tranquilas y hasta vulnerables en su aspecto y fisonomía. Para nada. Generalmente ellas son las que más preparadas están para hacer frente a esta clase de patrañas que siempre provienen de otra persona ya que una misma persona no se podría auto-influenciar jamás.
Por el contrario, son aquellas que andan en muchos casos de manera muy auto-suficiente en la vida, haciendo gala de su independencia y superación en varios ámbitos y aspectos de su existencia quienes sí caen y ceden fácilmente a la primera de cambio; y de un día para otro aunque nunca se den cuenta, lo asuman, o lo reconozcan, se encuentran inmersas dentro de las constantes, digitadas y reiteradas fichas que se les han ido agregando y machacando en su cabeza con respecto a algún punto específico en el que se las quiere manejar.
Y cuando se es una persona influenciable ya nada puede hacerse con ella, salvo dejar que el pensamiento cerrado y la visión acotada acerca de algunos puntos de la vida (justamente ésos sobre los que se ha influenciado en su parecer) transcurran y no representen demasiados inconvenientes para nadie.
Por eso amigos que leen mi blog y quizás tengan en cuenta algunas palabras de todas las que dejo en él, estén siempre atentos porque uno nunca sabe desde que lugar cercano puede provenir la cizaña que comience a enturbiar nuestra visión y nuestros pensamientos sin que nos demos cuenta, y continúe haciéndolo sin que lo notemos tampoco, hasta que un día en el que todavía sigamos sin reconocerlo, estemos absolutamente influenciados, manejados, y arrebatados y sólo seamos el reflejo de otros intereses que nada tienen que ver con los nuestros y con nosotros mismos.

domingo, 19 de mayo de 2013

Su esencia quedó al descubierto a lo largo de su carrera. Y de su vida.


Ella es la diva de la tevé argentina pero al igual que a otra de las divas a la que también me he referido en una entrada de este blog, ya le ha pasado su tiempo de divismo.
Harto suficientes son las pruebas que la dejan en una postura muy fea que alude a su forma de pensar, retrógrada y autoritaria.
Esta diva, que otrora enarbolaba la bandera del glamour y emanaba charm por doquier con su presencia, al día de hoy a pasado a ser una decrépita señora entrada en años que intenta seguir manteniendo un aspecto jovial y fresco no logrando a pesar de cada uno de sus intentos lo que busca (¿Se acuerdan de la película "La muerte le sienta bien"?; no se porque me acordé repentinamente de este film al hablar del estilo de la conductora); porque una cosa es que aparezca en fotografías llenas de fotoshop (a niveles de ciencia ficción para lograr disimular un evidente paso de los años) o en la pantalla del canal que la contrata y por ende (por contrato, seguramente) la cuida hasta en el más mínimo de sus detalles y otra muy distinta es que se la retrate o se la pueda ver sin los efectos que por esta época la tecnología provee a los medios gráficos y audiovisuales.
Ella ya tuvo -al igual que la Señora de los almuerzos- su cuarto de hora; cuarto de hora que podría haber mantenido indefinidamente de no haber mostrado una cara tan despreciable y armamentista contra determinadas personas y cosas de nuestro país y de la Argentina en general, hablando en otros países o en Argentina mismo, en entrevistas en un caso y móviles de noteros en el otro, respectivamente, de lo mal que -según su punto de vista, claro- está todo por aquí.
Susana ha mostrado una cara más intolerable que la de muchos de los que acostumbrábamos a ver y escuchar hacer gala de tal estilo de pensamiento y de vida lo hayan hecho. Y ella era la diva, la amada, adorada y seguida por miles y miles de argentinos -muchos de los cuales aún la siguen- y sin embargo no tuvo en cuenta todo esto y se mostró fea (interiormente, además), mala, desalmada, despiadada, y desfachatada en declaraciones que es mejor ni repetir, aunque no olvidar.
Vale decir en favor de la Giménez en este momento que es preferible, a pesar de todo, mostrarse tal cual uno es, honestamente, a ser un farsante que aparenta una cosa siendo otra en realidad, pero en el caso de "La Su", me parece que ha representado en mucha gente una desilusión conocerla tal cual es, así tan totalitaria.
Y antes (todavía algunos continúan en esta tesitura) se alegaba: "Es Susana", "La gente le perdona cualquier cosa", "Puede decir lo que quiera, total no pasa nada", y etc., etc., etc.; pero al igual que expresaba al referirme a la otra diva nacional, la piola a veces de tanto que se la tira se corta y entonces ya nada vuelve a ser lo mismo para quien gozó de la inmunidad (impunidad) ante todo lo que expresara o hiciese.
Ella vuelve al aire con su programa por éstas próximas horas y seguramente que muchas personas estarán frente a la pantalla esperándola y disfrutando del reflejo neoliberalista snob que la ha marcado a fuego hasta nuestros días y que podrá verse a través del brillo y las luces de su programa de tevé. Pero es indudable que ya no representa lo mismo para el pueblo, para "gran" parte de ese "gran" pueblo que la siguió desde los albores de su mega popularidad allá por la mitad del segundo lustro de la década del '80 (1987 fue el año del comienzo de su programa "Hola Susana"), justamente en el canal que en la actualidad tan alejado de ella y de sus convicciones acerca de la vida civil e institucional de un país se encuentra.
Podrá volver entonces y será aclamada por muchos, más ya no por todos, ya no. Su verdadera esencia ha quedado al descubierto a lo largo de su carrera. Y de su vida.

sábado, 18 de mayo de 2013

Monólogo de La Agrado, en Todo Sobre Mi Madre.

"Por causas ajenas a su voluntad, dos de las actrices que diariamente triunfan sobre este escenario hoy no pueden estar aquí, pobrecillas. Así que se suspende la función.
A los que quieran se les devolverá el dinero de la entrada, pero a los que no tengan nada mejor que hacer y pa una vez que venís al teatro, es una pena que os vayáis; si os quedáis, yo prometo entreteneros contando la historia de mi vida.

Adiós, lo siento, eh. (a los que se marchan).

Si les aburro hagan como que roncan - así: Grrrrr - yo me cosco enseguida y para nada herís mi sensibilidad; eh, de verdad.

Me llaman la Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás. Además de agradable, soy muy auténtica. Miren qué cuerpo, todo hecho a medida: rasgado de ojos 80.000; nariz 200, tiradas a la basura porque un año después me la pusieron así de otro palizón... Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo no me la toco.
Continúo. Tetas, 2, porque no soy ningún monstruo, 70 cada una, pero éstas las tengo ya superamortizáas. Silicona en labios, frente, pómulos, caderas y culo. El litro cuesta unas 100.000, así que echar las cuentas porque yo, ya las he perdío... Limadura de mandíbula 75.000; depilación definitiva en láser, porque la mujer también viene del mono, bueno, tanto o más que el hombre! 60.000 por sesión. Depende de lo barbuda que una sea, lo normal es de 2 a 4 sesiones, pero si eres folclórica, necesitas más, claro.

Bueno..., lo que les estaba diciendo; que cuesta mucho ser auténtica, señora, y en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma."



viernes, 17 de mayo de 2013

Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia.



La muerte.

¿Qué es la muerte? Pero no filosóficamente hablando sino la muerte como la conocemos la mayoría de los seres vivos, esa que lleva nuestro cuerpo físico a la tierra, a la cremación o al nicho; así nomás.
Vemos morir a diario a muchas personas, ya sea en el noticiero de tevé o en alguna noticia de la que tomamos conocimiento por lo relevante de la personalidad que la protagoniza o por las características del mismo deceso. Pero ¿es la muerte algo que pasa así como una noticia y nada más en nuestras vidas, cuando nos roza más cercana y profundamente?
Y claro que no lo es, ya que según la ubicación que tengamos en el entorno del desarrollo de una muerte va a ser la forma en la que la asumamos y la contemplemos en nuestra vida.
Pasa seguido, es un hecho, y algunos somos afortunados al poder afirmar que no somos a diario partícipes de este tipo de desenlaces con una proximidad que nos llegue a conmover, por decirlo de alguna manera gráfica.
Pero cuando pasa o se sabe que podría llegar a pasar, así sea o no tan cercano el entorno a nuestro círculo preciado, ¿será que es en ese momento cuando uno se plantea y piensa en todo aquello que simplemente no se tiene en cuenta en otros momentos en los que nada de este tipo puede imaginarse o aproximarse a nosotros?
¡Qué se yo! Es complejo. Lo cierto es que la muerte, para los que quedan (al menos durante el tiempo posterior a un hecho de este tipo) no puede asumirse como un paso afortunado a otro lugar, como una felicidad porque se ha dejado de sufrir o se ha pasado a una mejor vida, o todo ese tipo de cosas (dichos) que se suelen adjudicar piadosamente al hecho de una muerte. Los que quedan sufren, lloran y siempre -en su egoísmo quizás- pretenderían que se extendiera un poco más la estadía en este mundo de vivientes (?) de quien ha muerto.
Escribir por estas horas algo así hace referencia, sin dudas, a que en algún punto y por algún lugar, no demasiado cercano quizás aunque sí preciado y valorado con respecto a alguna persona que participa de estas horas importantes, veo y siento -porque parecería que todo así lo indica- que se puede dar un suceso de estas características. Por eso vino a mi el tema de la muerte y por eso volqué algunas palabras -las que salieron en forma fluida- hablando de esto. Pueda ser que me equivoque con respecto a la presunción de un desenlace que lleve hasta el lugar que trato en esta entrada y que no suceda, ojalá; aunque quizás con este deseo y este ojalá estoy pecando de ese egoísmo del que hablaba antes, pensando sólo en los que quedan y no en quien lleva en su cuerpo y en su alma el ritmo sofocante de este camino de sufrimiento y cansancio continuos, en este caso particular.
Que sea lo que deba ser. No es tiempo de pretender desviar el camino de una persona. Lo mejor para ella será lo que suceda.
La muerte viene con nosotros desde que nacemos entonces, nadie escapa a ella. Es un tema más de nuestra vida como el crecer y envejecer; como la salud y la enfermedad, y como todo aquello a lo que no podemos evitar acercarnos -aunque no lo deseemos- en algún momento de este camino hacia... hacia... ¿hacia dónde? y sí, justamente hacia la muerte.

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Merece su último almuerzo por televisión?


Estaba pensando en todo lo que significó en otro tiempo para la televisión y para los argentinos en general Mirtha Legrand, y me preguntaba si merece su último almuerzo en tevé a modo de despedida final debido a que el término del que fue su último ciclo televisivo (allá por febrero de 2011 desde la ciudad de Mar del Plata) no fue con la pompa y circunstancia que seguramente ella hubiera querido. Es más, podría decirse que producto de la época de veraneo y otras yerbas, pasó desapercibido.
Con el tiempo la dama de los almuerzos se ha mostrado en su totalidad y a través de preguntas desubicadas, pensamientos desafortunados expresados en voz alta, opiniones vertidas en su programa de tevé y otros sucesos que han tenido lugar alrededor de su persona ha quedado al descubierto, por si hubieran quedado dudas, que su postura cívico-política, anque militar, es de una derecha algo recalcitrante aunque ella no lo reconozca.
Pero de todos modos no hay nada malo en todo esto que acabo de comentar ya que cada uno tiene el derecho y la libertad, afortunadamente, de pensar y permanecer dentro de los cánones que desea sin esto representar un perjuicio para los demás, claro.
El tema es que ella sola ha sabido ir corriéndose de la popularidad que la abrazó en décadas pasadas y por tal motivo tanto fue tirándose de la piola que parece ser que esa piola se cortó.
Y digo que se cortó ya que actualmente Chiquita Legrand no reviste importancia alguna para el medio televisivo y podríamos decir que es muy posible que no la vuelva a revestir en lo poco (o mucho) que le quede de su extensa y prolongada vida.
Fue exquisitamente refinada, selectiva en los invitados que llegaban a su mesa (hasta la última década donde se vio todo tipo de personajes bizarros y decadentes sentarse frente a sus menúes), informada al límite con cuanto invitado estuviera participando de su programa y tantas otras cosas más que sin dudas ha sido un valor agregado que tuvieron sus almuerzos; pero también ha sido muy dura y desagradable con algunos invitados, con sus intercambios de palabras y opiniones ofensivas hacia ellos o hacia determinadas clases o agrupaciones de personas, así como también con palabras vertidas sobre sucesos y tristes hechos nacionales al desconfiar de la veracidad o de lo que se estaba llorando, aduciendo siempre que ella hablaba por lo que la gente común pensaba y/o decía.
Y todo se paga acá, en esta vida; nada queda así porque sí, nada.
Y le llegó el turno a la actriz devenida en conductora, y ya nada es ni será igual a su vida televisiva de los '90, por ejemplo. Y como todo debe llegar a su fin, tampoco es un desquicio que así sea y quizás llegó el momento de darse cuenta de que la onda de los almuerzos por televisión ya ha pasado a ser historia definitivamente.
Pero de todos modos cabe hacerse la pregunta de si merece su último almuerzo por televisión ya que nadie puede ser juez, más allá de sus opiniones, para dictaminar su expulsión de la tevé como queda la impresión que ha pasado con ella (con respecto a su fuerte que eran los almuerzos y haciendo omisión a su incursión en el programa de ficción La Dueña que no vino a sumar nada en su carrera).
No es simple esta cuestión ya que una vida dedicada a los almuerzos no debería tener un final tan opaco y deslucido, opino. Aunque también es cierto que desde los medios se puede hacer mucho daño y a veces ese daño se vuelve en contra; no de maneras contundentes ni determinantes pero sí como en este caso, de a poco y de forma realmente visible y definitiva.
El tiempo dirá si vuelve o no vuelve, con la salvedad de que en la premura del tiempo en este caso sí que se juega un papel importante ya que bien sabemos que la Señora tiene muchos años... de experiencia.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Guiños que son imágenes.

Llegar al parque junto a mi perro y que me reciba una tarde soleada de otoño como la retratada en la imagen es  realmente algo único y sumamente valorable.
Al menos lo es para mí y por eso, y quizás una vez más, voy a recaer en el hecho de hacer notar las bondades de saber apreciar el estado natural de las cosas y las pequeñas imágenes y sensaciones que podemos captar a través de, valga la redundancia, pequeñas cosas que vivimos.
Es real y hay que estar convencidos de que todo lo que llega a nosotros llega por algo. Se hace presente quizás para llevarnos hasta un lugar que no repararíamos normalmente en el trajín de nuestra jornada si no fuera por eso que nos hace trasladar automáticamente hasta algún sitio que tan bien nos hace reconocer.
La vida tiene sus pequeños guiños, definitivamente, y es cuestión de estar dispuestos a verlos para poder reconocerlos. A lo largo del tiempo, de todos modos puede pasar que aunque no se esté a la espera de ellos de alguna u otra manera sean tan evidentes que terminemos por encontrarlos y disfrutarlos.
Imágenes, fundamentalmente imágenes de cualquier tipo, forma y color; aparecidas en cualquier lugar y en cualquier tiempo, son los principales guiños que la vida nos estará haciendo en muchas oportunidades.
Es hermoso pensarlo así y saberse presto a descubrir esa imagen que nos haga sentir muchas cosas también hermosas.
Es ideal vivir en esa forma, sorprendiéndonos y maravillándonos de la vida y de cada cosa que ésta no pone delante.

martes, 14 de mayo de 2013

Imagen triste y devastadora.

Imagen tomada de la web.
No fotografié al chico del que hablo.
No lo creí necesario.
Iba caminando por la calle, acababa de bajar de casa y salir de mi edificio, cuando me encuentro con la triste imagen de un adolescente (pude presuponer su edad por su apariencia aunque la misma fuera muy deslucida y desmejorada) que iba con una gorrita en sus manos acercándosela a la cara.
Enseguida me dí cuenta que estaba oliendo algo y automáticamente corroboré lo que pensé. Iba con la típica bolsa de plástico llena del pegamento que muchos chicos, chicas, hombres y mujeres aspiran para sentirse fuera de su verdadera realidad alcanzando vaya a saber que estado a través de esa inhalación.
No quiero decir que haya lugares específicos para ello más si que me extraño ver a este pibe en la vereda de casa ya que antes nunca me había pasado. Sí los he visto en plazas o a la vera de grandes avenidas como la 9 de Julio por ejemplo, pero nunca caminando por una vereda mientras hacen esto.
Y a decir verdad hace tiempo que no veía a alguien siendo presa de esta costumbre y haciéndolo así, tan a la vista de quien sea; yo por ejemplo en este caso.
Me dejó triste el encuentro con este chico, debo decirlo; pero que iba a hacer. No sé. Quizás podría haber reaccionado diferente y no quedar en la indiferencia que aparentemente mostré; y digo aparentemente ya que no me resultó indiferente para nada ver lo que vi y por ello lo plasmé en una entrada de mi blog; pero lo cierto es que no supe que hacer, y me queda eso como negativo de mi parte. Quizás tampoco era el momento de hacer algo ya que aunque lo piense sigo sin saberlo.
Lo ideal sería que otros hagan otras cosas para que imágenes de vidas algo perdidas y devastadas como éstas no se sigan viendo. Y lo que es más importante aún, que se trascienda la imagen y sea la vida -que arroja dicha imagen- la que se proteja para que evite caer en tales desventuras.
Pero no cargo responsabilidades sobre otros, sólo lo comento ante mi propia irresponsabilidad de quedar inmutable ante la sorpresa visual y real que encontré al salir de casa.
Quizás esto me haya servido para no reaccionar de igual manera ante un próximo encuentro. No sé, el tiempo y -de darse- el encuentro fortuito lo dirán.

lunes, 13 de mayo de 2013

Otros tiempos.

Es un tema recurrente en mucha gente tener presente el tiempo pasado en su presente, valga la redundancia. Yo particularmente creo que desde lo personal es favorable dejar fluir el tiempo y transcurrir el momento que se vive.
Ahora bien. Pensar y evocar mediante recuerdos otros momentos vividos es una característica propia de los seres humanos, y como tal es un motivo más de alegrías y emociones que pueden volver a nosotros, a nuestro gusto y piacere, con el solo hecho de rememorar tales recuerdos en el tiempo que queramos.
Con respecto a tiempos vividos y atravesados por un país, por ejemplo, opino que es perentorio y certero recalar en la contemplación del tiempo pasado; más si se tiene en cuenta que aún en el tiempo presente hay motivos que deben ser revisados, saldados y cerrados (nunca olvidados) con su justo tratamiento, si es que en su debido momento no lo han tenido o logrado.
Los viejos tiempos son eso, horas de otra época o días distantes al que tenemos hoy; y desde lo personal, vuelvo a insistir en este ámbito haciendo foco sólo en él, no está bueno hacer de la historia pasada (personal) un motivo de permanencia en el hoy.
Si se vivió feliz y se lo pasó bien en determinado espacio de otro tiempo está bueno recordarlo y disfrutarlo a través de ese recuerdo pero no el traer continuamente a la memoria esa etapa ya pasada dejando de lado muchas veces el tiempo presente en pos de abrazarse a aquel que ya no está.
Si se sufrió y se lo pasó mal en otro espacio de nuestra historia, no hay dudas que lo mejor será dejar marchar definitivamente ese tiempo albergado en el recuerdo de nuestra vida para poder soltarlo y ser feliz en el ahora, no significando ese mal recuerdo un impedimento para desarrollar nuestra plenitud hoy. Aunque en este momento puedo hacer la salvedad de los recuerdos triste personales que es bueno, a pesar de su tinte triste y negativo, mantener para evitar que los volvamos a cometer, aceptar y experimentar. Y cada quien sabrá que contemplar bajo esta idea expuesta como salvedad del caso.
Es así gente, vivimos el momento éste, único e irrepetible como eterno (uno siempre se encuentra en el ahora y por eso su eternidad) y por tal motivo lo que pasó ya tuvo su momento y lugar; siendo demasiado amplio y lleno de posibilidades nuestro tiempo real como para desviar la mirada hacia otro (tiempo) que no existe.

domingo, 12 de mayo de 2013

El hambre.

Si significa lo mismo para todos los que en algún momento lo sentimos porque se nos hizo tarde para comer o se nos pasó el día sin probar bocado por ejemplo; ¿por qué se lo vive de tan diferente manera según las personas y motivos por el cual éste aparece?
Es abismal la diferencia que se da en cada "sentir hambre" y por este mismo motivo es que me encontré escribiendo esta entrada, sintiendo hambre por supuesto, y dándome cuenta de lo que voy a compartirles a continuación.
"Cuando hay hambre no hay pan duro", reza el dicho popular que alude a que cuando lo sentimos en nuestras tripas poca selección podemos aspirar a hacer si frente a nosotros tenemos, por ejemplo, un pedazo de pan (que no esté tan duro al menos) o algún otro tipo de comida.
Por eso, cuando realmente falta ese pan de todos los días, metafórica y realmente hablando, en una persona, hablamos de un hambre real, de ese que duele en la panza, del que no escatima en arrasar con la integridad de una población o grupo de seres vivos de la especie que sea y que si se hace presente deja secuelas que pueden marcar a quienes lo padecen, de por vida.
Por eso, y teniendo en cuenta el tema de las secuelas que puede traer consigo el hambre, si no es necesario pasar por él y es evitable el padecerlo, no se entiende que personas que seguramente podrían tener su heladera llena y un abanico de opciones alimenticias de lo más variado para elegir en cada comida, se sometan a este flagelo que racionalmente no se desea bajo ningún punto de vista que aparezca; como es el caso de quienes en el afán desmedido de estar flacos/as dejan de comer -literalmente- dando paso muchas veces también a la consabida secuela que el hambre (pero el hambre real, el que no se puede manejar) acarrea con su paso.
Entonces, ¿es necesario pasar hambre por una mera cuestión snobística cuando hay tanta gente en el mundo que lo debe padecer indefectiblemente en su vida y daría cualquier cosa para no padecerlo?
Otro tema son los ayunos. Ayunos que como no es difícil de suponer acarrean hambre también, por supuesto. ¿Y en pos de qué? ¿De mortificar el cuerpo para salvar el alma padeciendo de privaciones a título de una idea y/o costumbre religiosa?
No gente, el ser humano, al igual que los animales que no caen en ninguna de estas tonterías de generarse el hambre adrede para tal o cual fin, no viene a este mundo a sufrir ni a mortificar su vida para algo que no será apreciado ni disfrutado en ésta.
El hambre si aparece -¡qué no aparezca nunca, por favor!- debe ser paliado y erradicado con medidas que apunten a que no sea una situación permanente en ningún ser vivo. Nunca debe ser generado, ni deseado, ni buscado; no se puede ser tan imbécil ni irrespetuoso con quienes, como ya hemos dicho, lo padecen sin desearlo y aún a costa de su propia vida en muchísimos casos.
El hambre, presente desde el comienzo de los tiempos como un castigo divino, o generado por los poderosos a los reos que tenían prisioneros, o como un motivo de devastación de pueblos enteros y encarnado bajo tantos otros males más de la humanidad. Y siempre como algo malo, negativo, nefasto y que arrasa con lo bueno que encuentre a su paso.
Por eso creo que no es aceptable por respeto hacia uno mismo y hacia los demás, sea por el motivo que sea (exceptuando medidas médicas que requieran de horas de abstinencia de alimentos), someter al propio cuerpo y a los que tengamos a nuestro cargo, a ninguna situación de desidia como es la del hambre, ya sea que se dé en una precaria casita de una villa miseria o en la más lujosa mansión del más refinado barrio de cualquier ciudad del mundo.

sábado, 11 de mayo de 2013

La política.

Siempre asociamos la política a un conjunto de personas importantes que en suerte han sido elegidas por el voto popular del pueblo al que gobiernan; y la pensamos desde los estratos altamente políticos como los gobiernos de una ciudad, una provincia o un estado, delimitando de esta manera su significación en el amplio abanico de posibilidades que ofrece su acepción.
Es un hecho que está en todas partes y le damos el propio significado con nuestros actos cotidianos, cada vez que partiendo desde este momento tan casero consolidamos diariamente sencillos hechos políticos aunque no nos demos cuenta de ello.
Con la simple acción de emitir una opinión o llevar adelante una idea y forma de vida que nos identifique y represente ante los demás estamos haciendo pequeños actos de política que merecen ser considerados como tales ya que si en lo grande estos mismos actos son de una representación tal como para ser tenidos en cuenta como tales, entonces porque no hacer lo mismo ahora.
Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos hacemos política ya sea personal y grupal o colectiva.
En el ámbito familiar se asume implícitamente muchas veces, y otras de manera deliberadamente marcada, una política (familiar) donde todos saben que lugar ocupan y en cierta forma que le corresponde hacer a cada uno para llevar adelante la casa, el orden y la misma institución familiar, por carriles que no desaten disturbios, haciendo de la vida diaria un hecho tranquilo y ameno. Que a veces no se dé así y se quiebre ese estado ideal es menester de otro tema, pero básicamente una familia está regida políticamente en la mayoría de los casos.
En los círculos de amigos aparecen políticas de distintas clases que van moldeando dichas relaciones y son cada una de ellas propias de los diferentes tipos de núcleos sociales, correspondiéndose en paralelo las características entre clanes y políticas, por supuesto.
En la escuela hacemos política desde lo micro de los pequeños grupos de trabajo escolares, los recreos o las divisiones que se van dando dentro de los mismos cursos y que agrupan a estudiantes de características semejantes, hasta lo macro del hecho por ejemplo de acatar las consignas que marcan las jornadas estudiantiles con todas sus pautas, normativas y reglamentos específicos.
En los trabajo se llevan adelante políticas de tal o cual índole que respetamos y rigen nuestras horas dentro de la institución laboral y a las cuales adherimos aun si estar de acuerdo con ellas muchas veces ya que como políticas impuestas por las jerarquías dominantes deben ser respetadas más allá de compartirse o no su implementación.
En los clubes hay marcadas políticas que hacen a dichas instituciones ya sea en lo que al uso de sus instalaciones respecta como en lo que a la aceptación y controles sobre sus socios se refiere, no hay dudas; y aceptamos y nos adaptamos a esta estructura en pos de pertenecer a estos lugares, incorporando de esta manera una nueva política a seguir en determinado aspecto de nuestra vida.
En las ciudades, provincias, países, regiones y finalmente mundo entero hay también una política que impera y que es la que por ser marcadamente más visible y tratada desde siempre es la que sobresale y aparece como única significación del término; y es a través de ella que se rigen los caminos y llevan adelante las mejores (o las peores, desgraciadamente a veces) implementaciones para el grupo de personas que es conducido por quienes en forma personal asumen dichos lugares de poder que son otorgados por el voto popular y que en el mejor de los casos trabajan y "hacen" para el puebl,o y para devolverles la confianza expresada en las urnas.
Por eso no voy a extenderme en este último punto porque sería estar privilegiando el significado de la palabra política por parte de la idea que generalmente copa la asociación de (valga la redundancia) ideas haciendo referencia a ella; no sería justo de mi parte.
Por lo tanto concluiré mi entrada y puntualmente este tema diciendo que no podemos vivir en un mundo apolítico, no debemos pretenderlo y, es más, debemos tratar de interiorizarnos cada vez más en temas que tanto hacen a la vida personal, familiar, laboral, colectiva y nacional y mundial de todos nosotros.

viernes, 10 de mayo de 2013

Modelo.

♫ "Es modelo y le encanta desfilar, de la pasarela no se quiere bajar. ♪
♫ Es modelo y no la puedes tocar, sólo con la cámara la puedes alcanzar." ♪




Al paso fui espectador -casual- por breves instantes de una sesión fotográfica.
¡Qué chic! Jaja!
No che, después de todo es un trabajo. Un trabajo, en definitiva, como cualquier otro.
Con sus excentricidades y particularidades, claro está.

jueves, 9 de mayo de 2013

Los sentimientos.

Yo tengo sentimientos.
¡Hurra!
Soy un afortunado muchacho con sentimientos.
Pero, entonces...
¿de qué va todo esto de los sentimientos?

Hace más de un año atrás me referí a los sentimientos sólo a través de preguntas. Y planteando una serie de interrogantes que quedaron como parte de la entrada titulada Los sentimientos. Esta vez sólo preguntas volqué unas cuantas que en sí mismas hacían al abordaje del tema y dejaban una publicación en la que cada lector pudiera responder para sí mismo finalmente lo que pensase; y ese era el fin de la misma.
Hoy comparto mi parecer sobre el hecho de tenerlos, a los sentimientos, claro; dejando en evidencia que no se puede prescindir de ellos en la vida personal.
Veamos entonces.
Si uno siente algo por algún suceso que se refleje en la propia vida, positiva o negativamente, uno tiene un sentimiento valorativo aprobatorio/reprobatorio sobre la cuestión.
Si uno ama a una persona, hay sentimiento involucrado y uno tiene "sentimientos a flor de piel", seguramente.
Si se ama a un animal que forma parte de nuestra vida familiar como un compañero de ruta, también se conjuga un sentimiento en este sentir, valga la redundancia.
Si uno sabe que hay un momento (o varios) en la vida donde todo puede cambiar su curso, ya sea favorable o desfavorablemente, es real que en esta circunstancia también existen sentimientos que nos van marcando espiritual y físicamente dicho momento.
Si uno quiere hacer algo pero a la vez sabe que no es conveniente hacerlo, ¡no van a decir que no hay sentimientos encontrados en todo este devenir de por sí o por no!
Si uno entiende que es necesario terminar una relación; laboral, sentimental, amistosa, contractual, o del tipo que sea, es muy cierto que aquí también se plasmarán sentimientos que aludan a la acción final de tomar tal decisión.
Si vamos amablemente por la vida, tratando de ser un motivo de alegría para todos los que se encuentren con nosotros, muchos sentimientos hay en una vida de esas características.
Si por el contrario uno va despreciando y maltratando a todos y a todo lo que se cruce en su camino, hay sentimientos -muy feos, por cierto- en esta forma de moverse y enfrentar la vida, también.
Si aspiramos llegar a un puerto y meta específicos que nos motivan y movilizan a emprender una empresa que conlleve la finalidad de alcanzar ese lugar que nos proponemos, entonces estamos plagados de sentimientos que a lo largo del camino hacia nuestro destino aparecerán e irán variando según lo experimentado en cada momento.
Por eso; buenos, malos, generosos, egoístas, altruistas, pueriles, o del estilo que sean; siempre estarán los sentimientos en la vida de cada uno de nosotros.
¡Y yo que me creía una persona afortunada por tener sentimientos, ante otras que quizás ni sabían de que se trataba todo esto, por carecer de ellos!
Y sí, pues bien, parece que me equivoqué. ¡Y qué bueno que así haya sido! Se ve que zozobré en un arrebato extremadamente sentimental que me confundió en un ímpetu acaparador de sentimientos sólo para mi, de manera repentina. ¡Y vaya si estaba equivocado!

miércoles, 8 de mayo de 2013

El Rinoceronte Negro ha sido declarado EXTINTO en África.

Es una triste noticia la que hoy me convoca en esta entreada de mi blog. Una de esas noticias que uno no quisiera dar nunca por el hecho que reviste lo que notifica pero que ante la brutalidad e ignominia de los seres humanos se generan y es conveniente darlas a conocer y divulgarlas para que sean disparadores de toma de conciencia (ojalá) en el arduo y lento camino de comenzar a revertir esta forma de vida tan paupérrima y miserable de los hombres y mujeres por sobre los animales.
Como lo indica el título de esta publicación el Rinoceronte Negro ha sido declarado extinto en África. Y no hay mucho más que agregar sobre el tema con respecto a lamentarse y hacerse eco de esta triste noticia porque ya está, ya se dio, ya pasó, es un hecho y es gran parte de la humanidad de hombres y mujeres que habitan este planeta la responsable de esta desaparición total y absoluta.
Esa misma parte de la humanidad que lleva a cabo tales atrocidades de quitar la vida a seres buenos, puros e inocentes que ningún mal le hacen al resto de los seres vivos que cohabitan con ellos en este mundo.
Esa misma parte de la humanidad que avala con el posterior uso y consumo de las diferentes partes del cuerpo de estas inocentes vidas asesinadas para satisfacer el snobismo humano, estos crímenes cometidos impunemente y a costa de beneficios económicos y egoístas.
Que se fundamenta la muerte de estos animales que llevó a su posterior extinción en la existencia de cazadores ilegales que vendían sus cuernos en Asia no es una revelación sorprendente, más sí terriblemente asquerosa, porque no es novedad que ese tipo de comercio negro siga dándose en el mundo y moviendo millones de dólares primero, y porque desenlaces de este tipo que terminan con la vida de especies enteras que previamente han sido masacradas y torturadas sin ningún tipo de escrúpulos es una devastadora y repugnante noción después, respectivamente.
Como decía, ya está, sólo resta esperar que al menos se tome conciencia que estas noticias no tienen que aparecer más en ningún portal o formato que sea; y no porque se las tape y oculte sino simplemente porque ya no se generan producto de una real y amorosa conciencia de respeto por la vida en todos los seres VIVOS, humanos y animales, de este planeta.

martes, 7 de mayo de 2013

No nos roben la esperanza.

Muchas veces creemos (hablo de manera general ya que si bien no suele ser el caso de todos, sí es el del común de muchas personas) que ya nos han robado hasta la esperanza; metafórica y concretamente hablando, claro.
Y hablo de la esperanza a un nivel básico y hasta rudimentario, de esa esperanza que anida en el levantarse y saber que nos enfrentaremos, sea lo que fuere que ocurra, a un día más en nuestra vida; pero no por eso común sino un día especial por ser ese día en el que aún está todo por hacer(se) y por vivir(se).
Y mucha gente pierde el sentido de esta realidad única y especial que debe signar nuestro camino diariamente para volverlo importante, atractivo y agradable; y se ahoga en ese sinsentido de alejarse de esta verdad.
Y la vida nos lleva por distintos momentos, es cierto, muchos de los cuales no dan para ponerse a reparar en la belleza de cada día, lo sé; pero si podemos verlo por delante (ver ese día que está ahí para ser vivido), opino que ése debería ser motivo suficiente para albergar esperanza y cosas buenas.
Y si se perdió mucho en el transcurso de los días pasados habrá que arremeter con más fuerza para retomar la linda senda de la vida, porque después de todo ¿quién dijo que es fácil todo esto de vivir?
Una cosa es pretender -y lograr- hacer de esta vida un lugar placentero en la mayoría de sus horas aspirando a vivir feliz y sin sufrimientos ni trastornos que de nada sirven y no representan ayuda alguna para nuestra felicidad y otra es que todo sea fácil y que no represente ningún esfuerzo el lograr enfocar todo lo positivo por sobre lo malo que suceda; pero debemos pretender, siempre, siempre -entiendan- SIEMPRE, y desde lo más profundo de nuestro ser interior, vivir una vida luminosa, feliz y serena para poder trabajar entonces en el seguir manteniendo en ese curso nuestra existencia.
Siempre estará la esperanza de cada comienzo del día, esa que me acompaña a mi y debe acompañar cada despertar diario en todas las personas. Esa de saber que ese día que amanece(mos) será como deba ser, nada más que eso, porque ¿para qué crear expectativas?; con todo lo bueno que el universo tenga para nosotros y con aquello que debamos poner de nuestra parte para hacer que cada instante vivido sea sencillamente como deba ser, como nosotros sabemos que debe ser.
¡Qué no nos roben la esperanza, entonces! ¡Jamás! Es nuestra y no la podemos abandonar nunca, ni que queramos; sabiendo cada día, cada minuto, todo el tiempo, que vivir es parte de la gran esperanza que se contempla en cada ser, y en el mismo milagro de su vida.
Por tal motivo y partiendo de algo tan absoluto, especial e irrefutable, es un hecho que nada ni nadie, jamás, podrá robárnosla.

lunes, 6 de mayo de 2013

El juguete rabioso.

No será ésta una semblanza del libro homónimo de Roberto Arlt (1900 - 1942) pero si un relato en loas de un gran escritor argentino que además del título mencionado ha dejado grandes obras que afortunadamente han sido reconocidas y puestas en valor a través de memorables puestas en escena en teatro o de reediciones de sus textos que siguen sumergiendo al lector en el mundo de arrabal, locura, marginalidad, y demás condimentos de la vida (absoluta y muchas veces despiadadamente real) que transmitía en sus creaciones el gran Arlt.
Leerlo ha sido un placer la vez que un libro de su autoría llegó a mis manos y quiero dejar plasmada en mi blog la certeza de que al encontrarse con este tipo de autores uno deja de sentirse solo al compás de la lectura, logrando identificar momentos o sensaciones propias en cada línea e idea vertidas en sus relatos.
Pasa a veces con varios autores, pero también puede pasar que no suceda; y el caso es que al enfrentarnos a libros que nos conmueven, aunque tengan narrativas y formas de expresiones de otra época en su lenguaje escrito, uno no puede dejar de sentirse parte de esas historias que además de dar cuenta de un tiempo y circunstancia alejadas de las actuales son tan comunes desde lo posible de su existencia en tal núcleo social y en personas normales que pertenezcan a él.
El juguete rabioso nos lleva hasta una vida que vaga por las desavenencias de una existencia que se siente que está para más de lo que se le está dando a elegir y que aunque el esfuerzo sea arduo, pareciera que nunca se pudiese arribar a las bondades de las que participan otros, pero que son igualmente anheladas y merecidas -en teoría- por todos.
Después se van dando diferentes situaciones que hacen a la historia del libro, pero para no delatar ninguna idea previa para quienes no lo hayan leído, básicamente desde este breve comentario se puede apreciar que Arlt irá transportando a su lector a un mundo de todo tipo de carencias, ilusiones, deseos y hasta virtudes, que pueden aparecer en cualquier persona a la vuelta de una esquina, sino están ya en quien lee sus líneas.
Este libro es uno más de los de su autoría en los que el escritor irá mezclando partes de su vida con la creativa forma de narrar los hechos vividos y padecidos. Es un relator magnífico de momentos simples cargados a su vez de complejidades y complicaciones que en esa primera simplicidad redundan en lo certero, creíble y real.
Roberto Arlt es un hombre que ha inspirado, o al menos ha sido tenido en cuenta por grandes nombres de la literatura mundial como Borges, Cortázar, Sábato y Piglia, por ejemplo, que expresaron su admiración por él; y se entiende que un escritor tan complejo en el entramado de cada historia y a la vez tan fácil y placentero de abordar en su lectura haya dejado pizca de su original creatividad y estilo en nombres tales como quienes lo han considerado para referencia, implícita o explícita, en sus obras.
Yo leo a Arlt y me río, me emociono, me sorprendo y vibro a medida que avanzo en su libro. Arlt me hace sentir ganas de no llegar al final de sus historias.
Me gusta mucho compartir mi deleite por la obra de este escritor. Arlt es un gran autor y siento la necesidad, personal, obviamente ya que él no necesitaría de mi halago, de dejar palabras elogiosas que hagan referencia a su calidad de escritor y a su hermosa, sentida, sincera  y emotiva; aunque también cruel y sagaz, pluma.

domingo, 5 de mayo de 2013

Atardecer de un finde no agitado.

Son ésta y otras fotos que publico cada tanto en mi blog instantáneas de la ciudad en la cual habito y de los momentos en los que suelo estar dando un paseíto junto a mi perro, Boro.
Ésta por ejemplo es en plaza Francia, del domingo 24 de abril a eso de la 7:30 pm., cuando sentado en frente al monumento esperaba que mi perro juegue y ande por el pasto.
Lo de atardecer, bueno, no requiere explicación ya que la oscuridad de la caída del sol lo explica todo. Ahora, lo de "no agitado" es porque ese era el domingo de un fin de semana que poco y nada había pasado en nuestras vidas, la de mi perro y mía, claro está.
Una instantánea, como les decía. De hace varios días atrás. Nada más. Sólo eso.

sábado, 4 de mayo de 2013

No sé.

Hay veces que no sé bien que hacer, es real. Siento que las cosas se desencadenan una tras otra y llega un punto en el que asfixia tanto desencadenamiento.
Yo sé que soy artífice de mi vida, esa misma vida que hago luminosa y bella no sin un arduo empeño y trabajo, pero que a veces se vuelve todo lo contrario.
"Algo no anda bien entonces", podrán decir. Y sí, debe ser, pero se ve que me excede; aunque si en definitiva termina opacando parte de mi vida no me excede tanto como me parece.
O mejor dicho, sí, me excede desde el lugar que yo no gestiono aquello que aparece nublando algunas horas de mi día cada tanto, pero me involucra y acá es donde digo que me toca, por estar yo dentro del curso de tales grises acontecimientos.
No sé, como digo al principio, a veces no sé que hacer y por tal motivo me escudo en este escrito y en el "no sé".
Por eso titulo así mi entrada, porque así debo encarar algunas cosas de la vida. No como ignorancia pero sí como descontracturante de lo que enfrente.
Y sí, no sé nada de nada a veces, pero de nada. Como tampoco sé porque publico esta entrada que no debe representar ningún interés para ustedes, seguramente. Pero bueno, es una licencia que me tomo por hacer de este blog y de sus publicaciones diarias un nexo entre quienes lo leen y yo. Después de todo publico lo que surge y en esta excepción me surge -y me urge- contarles esto. Se que sabrán disculpar mi intención y atrevimiento, en todo caso.