Creo sinceramente que muchas personas, todas en realidad, han atravesado alguna vez en sus vidas esas horas donde se han sentido completamente solas, amén de contar con alguna compañía y aunque ésta con su presencia, literalmente, hiciera que esa persona no estuviera sola.
Atravesamos diferentes tipos de soledad a lo largo de nuestra vida y está en nosotros aprovecharlo para sacar frutos de ella ya que bien usada podemos lograr hallar respuestas, encontrarnos a nosotros mismos o simplemente descansar del "ruido" que a veces implica estar con alguien. También está en nosotros poder escaparnos de ella logrando que no termine por entumecer los días, las etapas o los tiempos en donde se hace presente e intenta instalarse.
La soledad, esa soledad que mal entendida a veces, en primera instancia causa desasosiego, angustia, abandono y que tanto puede llegar a oprimirnos el corazón.
Esa misma soledad a la que por otro lado uno se va acostumbrando y a la que con el tiempo se la lleva de una manera tolerable comparado a como pueden llegar a enfrentarla y asumirla personas que recién estén comenzando a vivirla y transitarla.
Quizás me sienta sólo y por eso broten de mi estas palabras casi sin pensar demasiado en los conceptos e ideas que voy vertiendo en esta entrada, pero no estoy sólo, claro que no. Tengo un magnífico compañero de la vida que es mi perro, mascota, amigo y a estar altura mi hijo, llamado Boro; pero abocando a la idea de la soledad que traspasa la compañía en determinados momentos de nuestra vida, quizás hoy si me sienta solo. Quizás, en todo caso, hoy sienta que Boro y yo estamos solos. Y, siguiendo con la idea que venimos manejando, solos pero acompañados a la vez en esa soledad más grande y más compleja.
Si, si. La soledad que desde siempre aparece en la vida de todos los habitantes de este planeta, ahí está y ahí seguirá estando, siempre.
Seguramente la soledad aparece y se hace notar para demostrarnos en determinados momentos que de una u otra manera es necesario que aparezca; y que de no ser así, y recurriendo a las herramientas que cada persona considere oportunas, se la podrá combatir, alejar y sacar de la propia vida hasta que "ella" vuelva a golpear a nuestra puerta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario