martes, 27 de diciembre de 2011

SALUTE!!

FELICIDADES PARA TODOS. BUENOS MOMENTOS EN BUENAS COMPAÑÍAS.
AMOR, MUCHO AMOR. PAZ Y RESPETO ENTRE TODOS LOS HABITANTES DE ESTE MUNDO.
BUEN TÉRMINO DE AÑO Y GRAN COMIENZO DEL PRÓXIMO. TODOS NOS LO MERECEMOS!!!
SALUDOS Y BUENOS DESEOS HOY Y SIEMPRE AMIGOS Y COMPAÑEROS!!!

jueves, 15 de diciembre de 2011

PíA. GRACIAS. FUISTE UN SOL EN NUESTRAS VIDAS. ♥

Ante una pérdida irreparable, el dolor aparece en nuestra vida para dar cuenta de que "eso" que se está perdiendo y lo origina, ha sido muy bueno y nos hace daño caer en la cuenta de ello.
Hoy sufro porque despido a mi hermosa, viejita y dulce mascota llamada Pía. Una perrita que encontré hace más de 21 años atrás misionando con un grupo parroquial de mi ciudad natal en una casita muy humilde de donde vi salir -literalmente- una bola blanca de pelos que rodaba (corría) por un patio de tierra. Fue en ese momento donde me enamoré de esa bola peluda blanca que con el tiempo, y producto de aparecer con ella en mi casa así de la nada, pasó a formar parte de mi familia y fue una excelente y fiel integrante que nunca causó ningún problema y ni mordió a ningún otro perro o persona jamás. Una dulce. Un placer.
Ella, "La Pía" como le decíamos siempre en casa de mis viejos, ahora se fue, viejita, con sus achaques y dolores; pero más allá de eso, se fue.
Descansa tranquilita seguramente en un lugar de perros que parafraseando una frase de Will Rogers repito y proclamo para mi en este momento: "Si los perros no van al cielo, cuando muera quiero ir a donde ellos van"; y deseo que esté mimada en retribución de todo el amor que ella nos dio y dejó en su paso por nuestra casa.
Hubiese sido egoísta querer mantenerla con nosotros ya que se la veía débil, alejada y muy muy apesadumbrada. Por eso si se fue, ella solita, sin la necesidad de recurrir a ninguna ayuda de nuestra parte, es mejor que así haya sido.
Hay un solo recuerdo que me hace llorar al pensar en ella en este momento, además de todo el dolor que me provoca vivir estas horas en las que comenzamos, cada integrante de mi famila a su modo, a caer en la cuenta de que Pía ya no está; y lo voy a compartir para sacarme ese dolor y poder relajarme un poco más.
Ese recuerdo es tener la imagen en mi cabeza de ella que siempre pasaba todo el día adentro de casa y a la noche la sacábamos al patio y ella solita se iba a dormir al lavadero que está en el fondo de mi casa. Bueno, esa imagen, la de verla tan pequeñita internarse en lo oscuro del jardín para irse a su camita allá en el lavadero, hoy la recuerdo, me enternece y me hace emocionar (como me sucede ahora mientras escribo esto).
Pía, mi querida, mi chiquita Pía, qué suerte que pasé a visitarlos el viernes pasado y pude abrazarte, darte besitos y decirte que te quería y que entendía que quizás estabas cansadita y que por tal motivo yo, Facu, quien te había encontrado, elegido y llevado a casa, iba a tratar de entender que las cosas tuvieran el desenlace que fuera en definitiva el mejor para vos.
Mi Pía, te voy a extrañar y como nunca se está lo suficientemente preparado para este tipo de partidas, voy a sentir tu ausencia seguramente en estas próximas fiestas cuando vaya a casa, a tu casa, y no te vea debajo de alguna cama o yéndote a dormir al lavadero al finalizar el día.