lunes, 22 de octubre de 2012

El placebo de la visita al médico.

Las clínicas, sanatorios, hospitales y demás nosocomios de la salud son un lugar en el que la gente confluye, además de hacerlo por la dolencia que le aqueje en ese momento, para sentirse en muchas oportunidades más tranquila consigo misma sobre algún aspecto que quizás no requeriría de la estricta visita al médico.
¿Y por qué digo esto? Sencillamente porque me encuentro en uno de estos lugares, haciendo una visita a un médico clínico para que corrobore lo que creo saber; es este congestionamiento general que tengo, que se traduce en mocos, sudoración en la frente y la espalda, y algún que otro tipo de dolorcito -o molestia- en la zona de la garganta.
Podría haber evitado esta consulta, pero es así, y no sé si será para sentirme más tranquilo, y hasta aliviado, después del diagnóstico que me dé el médico, o si será para acelerar con la medicación recetada la mejora de este estado en el que me encuentro, o si será para usar la pre-paga que tengo y que al sentir un malestar liviano, pero malestar al fin, me permite amortizar el gasto de la suculenta cuota (que estas empresas de salud cobran a sus socios) haciendo uso de ella.
En fin, por uno u otro motivo, aquí me encuentro esperando hacer uso de ese placebo en el que muchas veces se convierte la visita al médico.

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