Cuando uno es quien quiere mantenerse calmo, sereno, y tratar de canalizar por otro lado todo tipo de cosas que vivamos, siempre apelando a la no agresión y a la cordura y/o urbanidad si se quiere, es en este tipo de momentos cuando se nos pone a prueba y tenemos que sacar a relucir lo mejor de cada uno para poder salir airosos en lo que podríamos llamar pequeñas embestidas a nuestra idea de profesar y promulgar la paz desde nuestro ámbito personal para de ahí en más poder reclamarla y exigirla a todo nivel.
Es parte de la vida, lo sé, y siempre será así. Está bueno darse cuenta a tiempo para mantenerse en el camino de la conciliación y la armonía elegidos para nuestra vida y hacer foco en ello para que no nos tome desprevenidos en el futuro nunca, haciéndonos flaquear en las reacciones que tanto buscamos manejar (controlar) para ser cada día un poquito mejores. Algo que no es poca cosa!!
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