Afortunadamente no es muy común que caigamos en ella. Al menos creo que al hablar de "DUDA", con mayúsculas, se entiende que hablo de mega desconfianzas o descréditos y no de simples hechos cotidianos en los que se puede caer en una duda sí, pero irrelevante; y es por eso que las raras veces que se presenta ante cada uno de nosotros es motivo de una modificación posterior, irremediable.
Es algo feo, convengamos, ya que el lugar en el que nos ubica y nos deja no es agradable transitarlo de ninguna manera. Es un desgaste emocional y físico que nos deja sin energías para el resto de las actividades que tenemos que enfrentar cuando en paralelo estamos padeciendo este martirio.
Y a veces se disipa y con pruebas o fundamentos válidos e irrefutables y entonces es quizás ahí cuando todo puede volver a la normalidad o seguir su curso y finalmente quedar en el olvido.
Pero a veces, por el contrario, no se disipa y se quiera dejar "ahí", sin una explicación y charla que revele una aclaración ante esa duda, y es entonces cuando las cosas pueden tomar un curso insospechado y el desenlace puede ser inimaginable, de igual forma.
Dice una frase del escritor estadounidense Ambrose Bierc que "La duda es la madre del descubrimiento", pero yo a veces preferiría no caer en ella debido a que sus revelaciones pueden llegar a ser las no esperadas.
De todos modos siempre es bueno dudar, claro; y si la duda se presenta es por algo. Y es seguramente ese extra sentido que todos tenemos el que nos está avisando o previniendo a través de ella que tenemos que prestar más atención en algunas cosas que pasan a nuestro alrededor.
Si llega la duda, por algo será. A armarse de fuerza, paciencia y coraje y a hacerle frente se ha dicho!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario