sábado, 18 de agosto de 2012

La experiencia Cirque du Soleil.


Vivir cada uno de sus espectáculos es palpitar al ritmo de la pura emoción y belleza cada momento que se da en sus diferentes shows.
Cada una de sus variantes, ya sea Saltimbanco, Alegría, Quidam, Varekai, etc., presentan temáticas absolutamente diferentes y es girando en torno a una historia distinta en cada una que el show adquiere una individualidad específica e inconfundible con respecto a los otros que representa la compañía alrededor de gran parte del mundo.
Vivir Cirque du Soleil es reconfortante desde muchos aspectos. Desde lo emocionante es total, debido a que la destreza y calidad de sus presentaciones acrobáticas deslumbran y sorprenden ininterrumpidamente durante cada gala. Desde lo estético es algo impresionante ya que cada escenario y cada puesta en escena revelan el buen gusto además de la excelente ambientación producto de la originalidad y la nobleza de los materiales puestos en valor. Desde lo humano es una fiesta que ennoblece los sentidos y hace disfrutar al máximo el tiempo que se permanece observando tan exquisita función sin olvidar que ofrece una función de circo sin requerir al uso de animales demostrando que es totalmente prescindible recurrir a esa antigua, nefasta y en desuso costumbre para ser considerados circo. Y desde lo mágico y exclusivo, eso que hace a un buen espectáculo reconocerse y sobresalir por sobre los demás, es sin lugar a dudas "el espectáculo" por excelencia y por superioridad en todo lo que a Él hace y se refiere.
Cirque du Soleil. Su sólo nombre lo dice todo siendo una marca registrada de calidad, expresión, lujo escénico y buen gusto en todo el mundo.

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