lunes, 17 de diciembre de 2012

No tan en blanco.

Estoy en blanco al momento de comenzar a escribir esta entrada, y quizás lo notes al momento de terminar de leerla. Jeje!
No che, en serio. A veces suele sucederme que tengo ganas de hacer una entrada de blog pero no tengo precisamente esa previa inspiración que otras veces siento con respecto a tal o cual tema antes de comenzar a describirlo y abordarlo en una entrada de estas que ustedes leen periódicamente en mi blog.
El tema es que ahora (al momento de escribir estas líneas), estando con mi perro Boro en su paseo largo de domingo, en uno de esos momentos que considero los especiales y esenciales para que salgan de mí las mejores y más auténticas publicaciones -como he dicho en otra oportunidad por aquí también- no surge nada y ya venía sintiendo que no iba a surgir nada, mientras me acercaba a la plaza junto a mi amigo canino; algo que por otra parte desde el vamos supuse que no sería impedimento para escribir algo, de todos modos.
Algo como lo que están leyendo en este momento y, que si bien es producto de no tener un tema específico para tratar, termina convirtiéndose en sí mismo en un tema que habla de la ausencia del mismo al momento de pretender crear una entrada de blog.
Es así, amigos lectores de blogs, todo sirve, y cualquier vestigio de tema e idea puede transformarse en toda una raíz protagónica y con total peso que genere un argumento valedero y auténtico para hacer uso y desarrollo del mismo; y es por este motivo que ha salido finalmente una detallada y fundamentada -además de extensa por las características de la misma- entrada de blog, cuando menos creía que podía atreverme a hacer un esbozo de una.

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