domingo, 2 de diciembre de 2012

Ya llega el 7.

Se acerca el 7 de diciembre, y en otro momento y contexto político no representaría nada más que el estar avanzando en el transcurso de los días del último mes del año.

PEEEEEEERO...

Teniendo en cuenta todo lo que representa esta fecha, no sólo para el multimedios opositor más nombrado últimamente y toda la porción de la población argentina alineada con él, además de otros multimedios que también están en situación de adecuación sino también para quienes de una forma u otra y producto de todo el revuelo que se ha armado en torno a esta fecha y a la respuesta que puntualmente dé el grupo opositor, de adaptarse -o no- a la norma, estamos esperando saber que pasará este 7D, o en todo caso el 10D que es el día que efectivamente sabremos que sucede y como sigue todo esto.
Es así. Todo un país (sin exagerar) mirando esa fecha. Una fecha decisiva. Decisiva para las resoluciones que se tomen desde la alta jerarquía de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y para el país en su conjunto; en su uso democrático y justo de un espacio de medios de comunicación equitativamente dividido que aporte multiplicidad de voces y productos comunicacionales partiendo éstos desde diferentes empresas  y con diferentes miradas; y ya no, unilaterales y monopólicos como hasta ahora.
Por tal motivo, la decisión que deba tomar la AFSCA y que determinará como siguen las cosas de ahí en más para que la legislación sea cumplida y respetada por parte de todos los actores que se ven afectados por las resoluciones de la Ley Nº 26.522, es motivo de igual expectación sea el sector y grupo social que se contemple; tanto así como la respuesta que deberá dar en primer lugar, como ya se ha dicho, el grupo que se está negando ponerse a derecho.
Todo parecería indicar que las cosas van a ser difíciles, principalmente teniendo en cuenta la alta posibilidad de negativa a cumplir con lo dictaminado por la justicia de parte del grupo al cual constantemente se hace referencia, ya que esto obligará a la AFSCA a actuar de oficio en la adecuación de quienes se nieguen a hacerlo por propia voluntad, y ya podemos imaginar que algo así traerá seguramente muchos inconvenientes, denuncias y victimización por parte de quien justamente no es víctima precisamente en toda esta historia.
Pero hay que esperar; mejor esperar; sí. Todo vaticinio que se lleve a cabo por estos días, previos al 7 y 10 de diciembre, no pasará de eso, un vaticinio.
Si podemos desear, eso sí. Y yo, como persona que desea la paz y la igualdad entre las personas, y en todos los ámbitos -cualesquiera que sean- espero que las cosas sucedan de una forma natural, pacífica, democrática y civilizada. Nada más ni nada menos que como debe ser.

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