miércoles, 3 de agosto de 2011

La MÚSICA. ♥

¡Qué hermoso es escuchar, sentir, y disfrutar la música! Y ni hablar si uno tiene el don y la suerte personal de poder hacerla también, eso ya es un privilegio enorme e indescriptible. Y asumiendo mis carencias por un lado y mis virtudes musicales por otro, yo puedo confesar que hacer música, desde lo más simple hasta lo más complejo de este mundo de partituras, es algo precioso.
Hago música, quizás amateurmente (a esta altura) y para mí, pero no por eso me siento menos indicado de poder transmitir lo que significa adentrarse profundamente en este mundo tan hermoso, de sensaciones intensas y de conmovedores momentos.
Desde chico comencé a relacionarme con la música. Desde pequeño tanto mi hermana como yo fuimos incentivados por nuestro papá, quizás sin saberlo él, con cotidianas noches de guitarreadas después de la cena en las que cantábamos entre otros temas El Corralero, de Hernán Figueroa Reyes ó Mi Promesa de Sergio Denis, por ejemplo.
Y esas cosas vividas a tiempo son las que a una persona la van formando e inclinando desde una temprana edad para quedar para siempre dentro de los gustos, elecciones y placeres que la acompañen de grande.
Es la música la que nunca nos abandona y no requiere más que de nuestras ganas e iniciativa para “estar ahí” y aparecer en cualquier momento y lugar para darle otro color a la situación y el espacio en el que se la deje libre.
Me emociona hablar de música, AMO LA MÚSICA, siempre está a mi lado y creo que no podría pasar 1 sólo día de mi vida sin escuchar, hacer o pensar en alguna melodía vieja, conocida, o nueva, pero que seguro me va a transportar a un lugar diferente al que me encuentre sujeto en el momento de “musicalizarme” interior y exteriormente.
Fui al conservatorio de música un par de años, cuando estaba que no sabía si estudiar una carrera u otra y finalmente me decidí a hacer algo con ese hobbie y gusto personal que siempre aparecía en mi vida. Después con el tiempo dejé el conservatorio y estudié una carrera universitaria como los demás, como gran parte de los jóvenes que van directamente a la Universidad como el paso obligado al salir del colegio secundario.

La música permite expresarse con un tinte poético, realista y también soñador muchas veces, y es un canal de inspiración, sinceridad y amor que pocas veces se da entre los seres humanos; en este caso entre quienes hacen la música y quienes la reciben escuchando y disfrutándola en todas sus clases y estilos.
He expresado en canciones momentos de mi vida importantes como los de estar enamorado, sentirme triste, pasar por momentos de enojo o simplemente estar agradecido de poder expresarme a través de ella sin tener ningún tema específico “a priori” que plasmar. Y digo “a priori” ya que siempre se termina expresando una idea, seguramente cargada de significación, en cualquier melodía (con o sin letra) que surja de un instante de inspiración.
Aparece entonces la música muchas veces en momentos claves de mi vida. Y seguramente fue un bálsamo que de no haber estado ahí hubiera hecho que atravesara los diferentes momentos de una manera menos liviana y más contracturada seguramente si hablamos de períodos tristes o feos, y con menos celebración, festejo y emoción si me refiero a los bellos y gratificantes capítulos que la vida me regaló en distintas épocas de mi existencia. Siempre estuvo la música ahí, en mi vida y celebro que así sea.

Los invito por lo tanto a acercarse a la música, de a poco si son de esos que pertenecen a otro ámbito que nada tiene que ver con el arte en general o con la música en particular; aunque a esta altura ya es difícil pensar que alguien puede tener una vida “Off”  con respecto a la música, en cualquiera de sus interpretaciones.
Vayan a ella. Es un tesoro que si aún no lo conocen merece ser descubierto y experimentado por todos, sin lugar a dudas.
Es una caricia al alma, al corazón, al espíritu y un reconfortante mimo que nos va a hacer sentir mejor sea cual sea la situación o el momento que estemos atravesando. Esto es seguro. ¡Lo avalo sin temor a equivocarme!!
Nos ayudará en todo acaso a llorar, permitiéndonos estar más calmados y flojos para recomenzar o recomponer aquello que nos entristezca; o nos ayudará a canalizar a través de su energía y buena vibra todo lo bueno que estemos viviendo. Pero estará ahí para complementarnos en determinados momentos y hacernos “sentir”, simplemente eso: SENTIR.

Amo la Música y en cierto punto puedo perder la objetividad al expresarme acerca de ella y de todo lo que significa para la vida de cualquier ser viviente (humano, animal y hasta vegetal!) y por eso promuevo la idea de relacionarse con ella, hacerla carne en nuestra vida y hacer uso de sus cualidades y virtudes que en definitiva terminarán colmando y embelleciendo los instantes cotidianos que forman parte de nuestra vida.

Ahora sí, disfruten de ella sabiendo todo lo que puede llegar a significar en la vida de los hombres.

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