viernes, 27 de julio de 2012

Creando un blog, cualquiera que sea.

Cuando se crea un blog, casi sin excepción, se concibe para plasmar en él una idea específica a través de varios formatos (texto, audio, video), o varias ideas diferentes; pero que básicamente hacen a la idea general del mismo, como sucede con este blog.
Desde la puesta en marcha de la creación de su nombre es que todo está implícitamente concebido para enfocar las publicaciones hacia determinado lugar -hacia determinado tipo de lectores de blog- teniendo en cuenta que es a través del título que lleva cada sitio web que se hará foco en él, en una primera instancia, para luego dar paso a una segunda de inspección más específica a través del título de cada entrada que forme parte de él.
El hecho de dirigir los temas de un blog se lleva a cabo a través de su título principal entonces; más es luego en cada título que se otorga a cada entrada específica donde se sigue convocando a la lectura de cada una de ellas, y por tal motivo, del mismo blog.
Lugar de expresión y de compartir mutuo es un blog, ya que a través de cada publicación, su creador se manifiesta de diversas formas y sobre diversos temas, y en la simple lectura y los posibles comentarios que eventualmente dejen, son los visitantes de cada sitio Web los que participan y comparten su opinión con quien pase por allí.

Como todo lo que trae consigo la Intenet desde su aparición, hay cosas buenas y malas dentro de ella y todo lo que implica esta mega red virtual. Ésta, la aparición de los blogs, es una que se apunta en el primero de los grupos, definitivamente.

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