lunes, 2 de julio de 2012

¿Vamos a reflexionar?

Muchas veces he referido entradas de este blog acerca del hecho de reflexionar sobre diversos temas, más o menos profundamente alguna que otra vez, y por lo tanto es este un tema recurrente en mi cabeza, y por tal motivo y teniendo en cuenta que todo (o casi todo) lo que pasa por allí queda plasmado tarde o temprano aquí, en mi blog también.
Es que es algo tan común, tan innato en cada ser humano, el hecho de reflexionar y a través de la reflexión intentar dar luz a ciertos puntos que muchas veces, por no estar totalmente terminados, asumidos, elaborados, realizados, hablados, aceptados, evaluados, etc., nos llevan a ella, que no podemos escapar la mayoría de nosotros a reparar y aferrarnos a ella en algunos momentos de nuestra vida.
Y somos los seres humanos parte de una gran reflexión sin la cual no podríamos siquiera andar y movernos ya que sencillamente no sabríamos hacia donde ir y porque hacer, básicamente, nuestros movimientos.
Y si el párrafo que acaban de leer sonó muy filosófico, entonces mejor bajar a tierra este tema diciendo que producto de la reflexión diaria, que se da en cada persona ante cualquier cosa que se experimenta, es que somos lo que somos y nos movemos en consecuencia.
No es reflexionar, por lo tanto, una actividad reservada para aquellos que puedan abordarla por algún privilegio o don especial que tengan y del cual carezcan las demás personas, para nada; es por el contrario un ejercicio que mientras más se hace más se necesita y más se valora al realizarlo consciente o inconscientemente o, dicho de otra manera, concienzudamente o sin darse cuenta.
Por lo tanto, que cada uno la aborde desde su capacidad, su tiempo, su motivación y sus ganas y haga de ella un momento de claridad para su vida.

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