jueves, 7 de febrero de 2013

Desprecio el especismo, por lo tanto me voy modificando sobre la marcha.

Ni bien tomo conocimiento de algo que no se corresponde con las elecciones que llevo a cabo en el día a día de mi vida, y específicamente en lo que a la lucha contra el especismo respecta, lo modifico, como ocurre, por ejemplo, con el uso de productos de empresas que antes no testeaban y que ahora admiten el testeo sobre animales para ingresar a otros mercados, que ni bien me entero dejo de consumir.
Siempre habrá nuevas opciones de uso, nuevas posibilidades de elección. Y de acabarse la oferta que brinde productos libres de la experimentación animal, inventaría alternativas yo mismo, ya que nunca estaría dándole ganancias a personas (en definitiva detrás de toda empresa solo hay eso, personas) que osan enriquecerse aún a costas del sufrimiento provocado sobre animales para acceder a determinados lugares, que antes no podían (países, regiones, en fin, mercados), en pos de ampliar sus horizontes y su patrimonio, algo que de no ser por este detalle (de testeo originado o consentido), no tendría nada de malo, más sí lo tiene al lucrar, favoreciéndose del dolor y de vidas ajenas para tales fines.

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