viernes, 7 de junio de 2013

Seguir es el motivo y no dejar de apoyar con cada acción personal es el desafío.

Cada vez que, producto de links que voy abriendo o por publicaciones de amigos en Facebook y Twitter, aparece en la pantalla de mi computadora algún video que refleja la realidad del maltrato animal en cualquiera de sus formas a través de la industria humana renace en mí la indignación con respecto a toda esa gente que va por la vida no sólo desestimando sino también atacando a quienes intentamos defender de alguna manera los derechos de los animales presas de ella y de la tortura y muerte en pos de satisfacer al hombre por puro antojo de éste en todo tipo de manufactura que los involucre como principal y absoluta materia prima.
Es tan hondo el dolor que me produce ver algo de este tipo que sólo viene a reflejar una confirmación de lo que verdaderamente sucede cada día, que no puedo continuar viendo tremendas imágenes.
Las he visto, sí, porque era necesario entrar en conocimiento de todo aquello para abrazar verdaderamente y con total entrega la causa de no seguir siendo yo un motivo de perjuicio en la vida de estos animales que tanto sufren diariamente y padecen por causa de los seres humanos; pero ahora, en esta etapa al menos, no puedo seguir afrontando esas imágenes desgarradoras desde todo punto de vista y sólo me quedo con el hecho de seguir involucrado en la protección y contribución -desde mi lugar- a evitar que esto siga sucediendo y fomentándose a que suceda.
Son necesario este tipo de imágenes para poder darse cuenta que no es snobismo o exageración todo lo que proclamamos quienes pretendemos (no por nosotros, claro, sino por ellos, los maltratados animales no humanos) que se tome conciencia de todo este atropello sobre la vida para que poco a poco vaya disminuyendo el uso y utilización de todo lo relacionado a los animales para llegar así alguna vez a declinar la demanda y por tal motivo a menguar la oferta y la producción y realización de todo este tipo de industria; ya sea la cárnica, la textil con derivados de animales, la del cuero, y toda aquella que requiera del dolor de otros seres sintientes para poder llevarse a cabo.
Que no resista el hecho de verlos sufrir a través de una filmación no quiere decir que lo ignore, al contrario. Ver lo poco que puedo por estos días me reanuda, refuerza y compromete aún más en esta tarea difícil, contra molinos de viento, y absolutamente desprestigiada en muchos casos, de estar ahí, donde sea, por ellos, siendo su voz y su escudo ante la despreocupación e ignominia del ser humano frente al dolor y el sufrimiento de todo aquello que no sea de su círculo inmediatamente cercano; y no hablemos sólo de diferentes especies ya que sabemos que dentro de la misma naturaleza (humana) poco le importa el de al lado al ser humano mientras él y sus próximos estén bien; así que teniendo en cuenta esta idea, que podemos esperar para con respecto a la protección de seres de otra especie, en este caso.
Seguir es el motivo y no dejar de apoyar con cada acción personal es el desafío para poder estar ahí, en intenciones y acciones concretas y reales, abrazando la noble, necesaria y urgente causa de lograr una igualdad para todos los seres vivos con sistema nervioso central, capaces de sentir, sufrir, amar, extrañar, temer, alegrarse, emocionarse y todo eso que ya sabemos que nos pasa según el momento y el evento que estemos atravesando.
Por eso: ¿Sabiendo todo esto podemos seguir lastimando y desatendiendo a seres que como vos y como yo no merecen la muerte para placer ajeno?

No hay comentarios: