martes, 2 de abril de 2013

Feliz historia personal vs. triste historia nacional.

Si tan grabado tengo en mi memoria ese primer día de clases cuando comencé el primer grado, es imposible que ahora, en mi adultez, no pueda asociarlo al año fatídico que marcó a la Argentina en pos de una batalla inaudita y soes, contra un imperio que llevaba las de ganar y que, de haberlo sabido, hasta un niño como el que yo era por entonces debió haberse dado cuenta.
Yo comencé el colegio en el año 1.982, en el año que se llevó adelante el enfrentamiento entre nuestro pueblo, literalmente nuestro pueblo ya que fueron allá a luchar los jóvenes que formaban parte de él a lo largo y ancho de nuestro basto territorio, y la potencia que representaba por ese tiempo y con respecto a nosotros, a nivel armado, el Reino Unido.
Lo demás, historia tristemente conocida, se sabe; y por eso en esta fecha y recordando el año que yo comenzaba el colegio, en la inocencia de solo vivir ese momento tan nuevo y trascendental como lo es para cualquier niño/a su primer día de clases, ignoré todo esto que ahora uno y puedo entender separadamente y en toda su extensión y significación.
Historia personal e historia nacional que se unen y pasan a formar parte de una sola y única historia, con luces y sombras, porque en definitiva todo sucede en un mismo tiempo y en un mismo lugar y porque ahora la evoco y me siento parte de ella.

No hay comentarios: