Los días domingo creo que son a nivel universal
los días que, en el momento de su ocaso,
pueden provocar las sensaciones más tajantes y de tal crudeza
en si mismas que si se soportan estoicamente es porque realmente,
y más allá de muchas cosas,
uno se encuentra más o menos bien y manteniendo un eje
que puede apoyarse en cualquier base pero que sirve para poder enfrentar,
atravesar y pasar esta franja horaria de este día de la semana.
No pude evitar expresar lo que pasó en mi interior
en este domingo, a las 7 de la tarde,
en un momento en el que, si se quiere,
se dice que es "el momento" de la semana en donde todo puede suceder.
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