martes, 19 de junio de 2012

Todos los habitantes de la tierra somos terrícolas.

Iba a publicar un video de un poco más de 1 hora y media de duración llamado Earthlings (Terrícolas es su título en español) pero realmente no me creí capaz de promover las imágenes que muestra el mismo ya que me parece que hay un momento para todo y si la intención de mi mensaje es que sea visto por el mayor número de personas posibles, debo hacer todo lo correcto para que este fin se lleve a cabo.
El mensaje de este documental es muy real, claro y conciso ya que demuestra como la humanidad depende económicamente de los animales, usándolos como mascotas, comida, vestimenta, entretenimiento, y experimentación científica; y sus imágenes y texto es de una crueldad tal que pensé en que no era oportuno, al menos por ahora, exponerlo así sin ninguna presentación o preparación previa.
Al decir que la proyección del film revela escenas de una crueldad impresionantes, debo aclarar que esa crueldad a la que me refiero es la misma que se genera diariamente en el mundo real, en pos de los ítems anteriores que comento que se muestran y describen en el documental, siendo lo más triste y escalofriante, repito, que no sean imágenes de una mera ficción creada para impactar desde un documental sino tomadas de la vida misma, la vida real de todos los días.
Por tal motivo estuve dudando de acercar a través de mi blog este material a todos los que pasaran por acá y he decidido no mostrarlo pero sí comentar la disyuntiva que se dio en mi interior y que me llevó a, finalmente, escribir sólo esta entrada que transmite lo que acabo de vivir justamente por el hecho de publicar o no una determinada entrada de blog.
El video es de público acceso en cualquiera de las webs que ofrecen material fílmico para ver gratuitamente y depende de ustedes buscarlo y querer interiorizarse en forma total de lo que implica la dependencia de los seres humanos que se ha generado con respecto a los animales y las variadas maneras en las que éste los utiliza.
Para terminar aboco a la idea inicial de este documental que haciendo referencia a su nombre, Terrícolas, dice algo así:
"Todos los habitantes de la tierra somos terrícolas. No existe el sexismo, ni el racismo o el especismo en el término terrícola; abarca a cada uno de nosotros: de sangre caliente o fría, mamífero, vertebrado o invertebrado, pájaro, reptil, anfibio, pez y humano por igual. Los humanos, por lo tanto, no siendo la única especie en el planeta, comparten este mundo con millones de otras especies terrícolas y todos evolucionamos juntos. Sin embargo es el terrícola humano el que tiende a dominar la tierra muchas veces tratando a otros compañeros terrícolas y seres vivientes como simples objetos. A esto se refiere la palabra "especismo". Por analogía con racismo y sexismo, el término especismo es un prejuicio o una inclinación en favor de los intereses de los miembros de la especie de uno y en contra de aquellos miembros de otras especies. Si un ser sufre no puede existir una justificación moral para negarse a tomar en consideración ese sufrimiento. Sin importar la naturaleza del ser viviente, el principio de igualdad requiere que el sufrimiento de uno se considere por igual al sufrimiento parecido de cualquier otro ser".
 Clarísimo. No hay dudas. Bueno; esto, en el documental, y hablo del respeto por el principio de igualdad y la consideración del sufrimiento ajeno, no pasa, no se da. Y se muestra claramente también.

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