miércoles, 29 de mayo de 2013

He tratado.

He tratado de no enojarme cuando todo estaba dado para que así lo hiciera. He tratado de no entristecer cuando nada podía impedir que me sumerja en ese estado. He tratado de no ser cruel con aquellos que no merecían de tan despreciable postura de mi parte. He tratado de no ser tan frívolo en momentos donde la calidez pedía a gritos hacerse presente. He tratado de ser más obediente cuando ya no podía seguir desobedeciendo a aquello que estaba frente a mi. He tratado de ir más tranquilo cuando el apremio no contribuía en nada al bienestar de los demás ni al mío propio. He tratado de salirme de situaciones incómodas cuando me dí cuenta de que mi participación en ellas sólo ahondaba en tal malestar. He tratado de olvidar ofensas y afrentas cuando éstas me enojaban con la otra parte; pretendiendo sanear lo ocurrido. He tratado de satisfacer a quien demandaba de mi atención ante reiterados llamados. He tratado de cantar cuando sabía que conectarme con mi amada música sería la mejor opción a llevar a cabo. He tratado de ir hacia algún lugar concreto cuando mi camino oscilaba entre difusos puertos. He tratado de ser mejor siempre en pos de ser una persona íntegra y buena para mi y para los demás. He tratado de no opacar momentos y novedades ajenas con repetidas cosas mías. He tratado de no llorar cuando hacerlo hubiera sido devastador para todos, incluso para mí. He tratado de solucionar todo lo que estuvo a mi alcance sin hacer preferencia o excepción alguna ante nada ni nadie. He tratado de cambiar, a pesar de que se fuera notando muy despacio la transformación que en mi se operaba. He tratado de ayudar y de dejarme ayudar para que nada quedara por hacerse en lo que a mi respectaba.
He tratado de tratar a pesar de todo y a través de todo, siempre, porque en el tratar está la clave. He tratado. Y lo seguiré haciendo.

No hay comentarios: