martes, 14 de mayo de 2013

Imagen triste y devastadora.

Imagen tomada de la web.
No fotografié al chico del que hablo.
No lo creí necesario.
Iba caminando por la calle, acababa de bajar de casa y salir de mi edificio, cuando me encuentro con la triste imagen de un adolescente (pude presuponer su edad por su apariencia aunque la misma fuera muy deslucida y desmejorada) que iba con una gorrita en sus manos acercándosela a la cara.
Enseguida me dí cuenta que estaba oliendo algo y automáticamente corroboré lo que pensé. Iba con la típica bolsa de plástico llena del pegamento que muchos chicos, chicas, hombres y mujeres aspiran para sentirse fuera de su verdadera realidad alcanzando vaya a saber que estado a través de esa inhalación.
No quiero decir que haya lugares específicos para ello más si que me extraño ver a este pibe en la vereda de casa ya que antes nunca me había pasado. Sí los he visto en plazas o a la vera de grandes avenidas como la 9 de Julio por ejemplo, pero nunca caminando por una vereda mientras hacen esto.
Y a decir verdad hace tiempo que no veía a alguien siendo presa de esta costumbre y haciéndolo así, tan a la vista de quien sea; yo por ejemplo en este caso.
Me dejó triste el encuentro con este chico, debo decirlo; pero que iba a hacer. No sé. Quizás podría haber reaccionado diferente y no quedar en la indiferencia que aparentemente mostré; y digo aparentemente ya que no me resultó indiferente para nada ver lo que vi y por ello lo plasmé en una entrada de mi blog; pero lo cierto es que no supe que hacer, y me queda eso como negativo de mi parte. Quizás tampoco era el momento de hacer algo ya que aunque lo piense sigo sin saberlo.
Lo ideal sería que otros hagan otras cosas para que imágenes de vidas algo perdidas y devastadas como éstas no se sigan viendo. Y lo que es más importante aún, que se trascienda la imagen y sea la vida -que arroja dicha imagen- la que se proteja para que evite caer en tales desventuras.
Pero no cargo responsabilidades sobre otros, sólo lo comento ante mi propia irresponsabilidad de quedar inmutable ante la sorpresa visual y real que encontré al salir de casa.
Quizás esto me haya servido para no reaccionar de igual manera ante un próximo encuentro. No sé, el tiempo y -de darse- el encuentro fortuito lo dirán.

No hay comentarios: