sábado, 4 de mayo de 2013

No sé.

Hay veces que no sé bien que hacer, es real. Siento que las cosas se desencadenan una tras otra y llega un punto en el que asfixia tanto desencadenamiento.
Yo sé que soy artífice de mi vida, esa misma vida que hago luminosa y bella no sin un arduo empeño y trabajo, pero que a veces se vuelve todo lo contrario.
"Algo no anda bien entonces", podrán decir. Y sí, debe ser, pero se ve que me excede; aunque si en definitiva termina opacando parte de mi vida no me excede tanto como me parece.
O mejor dicho, sí, me excede desde el lugar que yo no gestiono aquello que aparece nublando algunas horas de mi día cada tanto, pero me involucra y acá es donde digo que me toca, por estar yo dentro del curso de tales grises acontecimientos.
No sé, como digo al principio, a veces no sé que hacer y por tal motivo me escudo en este escrito y en el "no sé".
Por eso titulo así mi entrada, porque así debo encarar algunas cosas de la vida. No como ignorancia pero sí como descontracturante de lo que enfrente.
Y sí, no sé nada de nada a veces, pero de nada. Como tampoco sé porque publico esta entrada que no debe representar ningún interés para ustedes, seguramente. Pero bueno, es una licencia que me tomo por hacer de este blog y de sus publicaciones diarias un nexo entre quienes lo leen y yo. Después de todo publico lo que surge y en esta excepción me surge -y me urge- contarles esto. Se que sabrán disculpar mi intención y atrevimiento, en todo caso.

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