jueves, 9 de mayo de 2013

Los sentimientos.

Yo tengo sentimientos.
¡Hurra!
Soy un afortunado muchacho con sentimientos.
Pero, entonces...
¿de qué va todo esto de los sentimientos?

Hace más de un año atrás me referí a los sentimientos sólo a través de preguntas. Y planteando una serie de interrogantes que quedaron como parte de la entrada titulada Los sentimientos. Esta vez sólo preguntas volqué unas cuantas que en sí mismas hacían al abordaje del tema y dejaban una publicación en la que cada lector pudiera responder para sí mismo finalmente lo que pensase; y ese era el fin de la misma.
Hoy comparto mi parecer sobre el hecho de tenerlos, a los sentimientos, claro; dejando en evidencia que no se puede prescindir de ellos en la vida personal.
Veamos entonces.
Si uno siente algo por algún suceso que se refleje en la propia vida, positiva o negativamente, uno tiene un sentimiento valorativo aprobatorio/reprobatorio sobre la cuestión.
Si uno ama a una persona, hay sentimiento involucrado y uno tiene "sentimientos a flor de piel", seguramente.
Si se ama a un animal que forma parte de nuestra vida familiar como un compañero de ruta, también se conjuga un sentimiento en este sentir, valga la redundancia.
Si uno sabe que hay un momento (o varios) en la vida donde todo puede cambiar su curso, ya sea favorable o desfavorablemente, es real que en esta circunstancia también existen sentimientos que nos van marcando espiritual y físicamente dicho momento.
Si uno quiere hacer algo pero a la vez sabe que no es conveniente hacerlo, ¡no van a decir que no hay sentimientos encontrados en todo este devenir de por sí o por no!
Si uno entiende que es necesario terminar una relación; laboral, sentimental, amistosa, contractual, o del tipo que sea, es muy cierto que aquí también se plasmarán sentimientos que aludan a la acción final de tomar tal decisión.
Si vamos amablemente por la vida, tratando de ser un motivo de alegría para todos los que se encuentren con nosotros, muchos sentimientos hay en una vida de esas características.
Si por el contrario uno va despreciando y maltratando a todos y a todo lo que se cruce en su camino, hay sentimientos -muy feos, por cierto- en esta forma de moverse y enfrentar la vida, también.
Si aspiramos llegar a un puerto y meta específicos que nos motivan y movilizan a emprender una empresa que conlleve la finalidad de alcanzar ese lugar que nos proponemos, entonces estamos plagados de sentimientos que a lo largo del camino hacia nuestro destino aparecerán e irán variando según lo experimentado en cada momento.
Por eso; buenos, malos, generosos, egoístas, altruistas, pueriles, o del estilo que sean; siempre estarán los sentimientos en la vida de cada uno de nosotros.
¡Y yo que me creía una persona afortunada por tener sentimientos, ante otras que quizás ni sabían de que se trataba todo esto, por carecer de ellos!
Y sí, pues bien, parece que me equivoqué. ¡Y qué bueno que así haya sido! Se ve que zozobré en un arrebato extremadamente sentimental que me confundió en un ímpetu acaparador de sentimientos sólo para mi, de manera repentina. ¡Y vaya si estaba equivocado!

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