lunes, 22 de abril de 2013

18a, con a de AGRESIÓN.

Las agresiones vertidas por integrantes de la movilización del 18A a cronistas de medios oficiales -por llamarlos de una manera identificatoria a fin de la dirección de tales agresiones- y a un militante del Pro que intentaba evitar la rotura de la puerta del Congreso de la Nación han sido de parte de minorías sobre el total de los actuantes de esta marcha opositora, puede ser, pero es hora de que esas minorías desistan de la agresión que las enmarca y las moviliza más allá del leitmotiv de su movilización principal de salir a la calle.
Hay muchos temas que se expresan en este tipo convocaciones sociales, de esto no hay ninguna duda, pero poca o ninguna referencia política (hombres o mujeres políticos) para que estos reclamos encuentren un portador y puedan ser llevados adelante en futuras elecciones. No existe, no la hay.
Un referente que adopte la dirección de estos reclamos de habitantes de diferentes partes del país no se vislumbra por el momento.
Siempre tienen un tema para protestar, y bienvenido que así sea cuando hagan de cada protesta libre y democrática de salir a la calle una manifestación pacífica y no un cúmulo de odio y provocación tan marcados.
Son minorías, es cierto, y hay que tenerlo presente; sólo minorías. Pero, como decía la principio, es momento de contemplar estas minorías ya que tiñen negativamente todo lo que las grandes mayorías pueden hacer en forma civilizada y natural.
Minorías por lo tanto totalmente repudiables, así fueran de sólo 2 personas, y condenables desde todos sus aspectos; aunque no son todos, y eso es lo que tenemos que tener en cuenta también.
Siempre hubo inadaptados y malas personas, siempre; pero afortunadamente también siempre son los menos.

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