domingo, 28 de abril de 2013

No nos saque los bancos Sr. Macri.

Sí, yo utilizo este blog para volcar cualquier inquietud, pensamiento, punto de vista, postura personal, expresión genuina (del estilo que sea) o tema de interés general o particular. En fin, para lo que surja.
Partiendo desde su nombre -De Todo como en Botica- que alude a un crisol de temas en donde ninguno tiene impedida su publicación es que me encuentro muchas veces compartiendo entradas de carácter existencial o reflexivo, y otras también, como ahora, de específico tono político, urbano, civil, actual, o como cada uno/a quiera llamarle.
El hecho es que me entero que la actual conducción metropolitana a cargo del empresario tristemente devenido en político Mauricio Macri, está reemplazando los antiguos y característicos bancos de madera de color verde de la reserva ecológica por groseros bloques de cemento sin respaldar ni apoya brazos, cambiando de esta manera en forma radical un estilo de instalación de descanso que además acompañaba visualmente la armonía de este lugar natural, con el diseño y formato clásico -y hasta romántico- que caracteriza a los asientos de plaza.
¿Por qué estas modificaciones innecesarias que además conllevan tiempo, esfuerzo e inversión de presupuesto?
Cambiar algo que está bien, que es agradable y complementa el sitio donde se encuentra por otra cosa que viene a producir un descalabro visual en primera instancia y que además rompe con la imagen de un lugar tan silvestre como la reserva es inentendible.
Arreglar los bancos tradicionales que estuvieran en mal estado sería en todo caso la opción correcta a seguir pero no relevar toda una estructura montada para el descanso, por otra tan fría, incómoda y brutal como los bloques de material que vienen a contrastar -negativamente- con la estructura de un lugar así.
No soy urbanista, ni paisajista, ni arquitecto, claro; pero soy habitante de esta ciudad que hace ya 2 periodos de gobierno que viene padeciendo -literalmente- de las ideas y modificaciones que su conductor (¿político?), el jefe de gobierno de la CABA, hace en ella; además de padecer su gestión a grandes rasgos y en su totalidad, cada día, por estos días.
Una pena que el paso de personas ineficaces políticamente hablando, por el poder político haga tales desastres que, en lo pequeño o en lo grande, son males que lastiman y dañan al bien que deberían estar cuidando; en este caso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a través de todas sus pertenencias, ya sean parques, calles, avenidas, y demás lugares. Y porque no también sus habitantes, claro, sus habitantes.

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