sábado, 20 de abril de 2013

Lo bueno y lo malo.

Son diferentes ideas, opuestas por cierto y a la vez tan amplias en su definición si nos alejamos de lo que estrictamente propone el diccionario de la lengua española y si tenemos en cuenta que según las personas que interpreten sus significados las lleven adelante, todo aquello que pueda llegar a hablar de algo que sea bueno y algo que sea malo.
Hay parámetros indudables, seguramente, sobre lo que es bueno y lo que malo, universalmente hablando podríamos decir; pero aquí también se puede llegar a disentir sobre el tema, ya que según el lugar y la postura de quien enfrente una misma cosa (de esas que generalmente no opondrían resistencia a ser definidas por buenas o por malas) será como se la vea, asuma y defina.
Es así, yo por ser parte de un estilo de persona que ve como malo todo aquello que remite a la injusticia (otro tema a dictaminar su significación, por cierto) en el sentido de sufrimientos innecesarios y provocados sin sentido alguno por ejemplo y entre otras cosas, mantengo la mirada en donde gran parte de los integrantes de la sociedad la enfocan cuando se piensa y se habla de algo bueno o de algo malo.
No sé, quizás, me parece, que hoy no estoy siendo muy específico en el tema y quizás peque de redundante, más creo que el tema así hizo que me expresara.
Sentí ganas de hablar de lo bueno y lo malo, de tocar este concepto en mi blog, y así me salió abordar la noción. No sé, quizás vuelva más adelante sobre ella y me explaye y desarrolle más en profundidad. Puede ser. Veremos que sucede.

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