lunes, 29 de abril de 2013

Ay, ay, ay... Hay que ir al gimnasio.

No hay caso che, hay gente que lleva en el alma eso del gimnasio y la actividad física. Yo, se ve que no. Lo hago, sí, pero como finalidad de salud y de verme (en todo sentido) bien.
Pero como decía, a mi no me surje desde las entrañas esa fuerza o ese ímpetu que me hace querer, necesitar y adorar ir y estar en el gimnasio.
Hay gente que sí, de hecho se les nota que están en su salsa cuando se encuentran allí. Y hacen sociales, y charlan entre rutinas, y alargan su estadía en el salón de ejercicios.
En mi caso, y en el de muchos más seguramente, voy, hablo con la gente (profesores incluidos) que luego de más de 3 años de ir al mismo lugar ya conozco y, obviamente, he entablo relación. Pero de ahí a postergar en más de 20, 30, ¡¡o 40!! minutos la continuidad de mis rutinas por quedarme hablando y nada más, la verdad que no, no soy de esa clase de habitué del gim.
Por eso, es cierto que muchas personas van a ejercitar su cuerpo y su musculatura para además conocer gente (en todas sus acepciones) y para trascender la simple actividad de ejercicios deportivos que en estos lugares se realizan.
No sé, yo he reparado en esto. Y todos/as han reparado en esto en algún momento, seguramente. Y tampoco está mal que así lo hagan los que gustan de ese tipo de actividades extra aeróbicas y musculares en lugares que esencialmente son para eso, para las actividades aeróbicas y musculares.
Lo noto cada vez que estoy en la cinta básicamente, donde puedo ver, mientras camino o corro, los movimientos que se suceden en el gimnasio al cual voy.
Es así, y hay que aceptar que el gimnasio es además de todo lo que supone este tipo de instituciones deportivas un centro de reunión social donde confluyen diferentes tipos de personas y de hecho la prueba es que están quienes se mueven allí de la manera que he comentado recién y quienes no. Y todos conviviendo armoniosa y respetuosamente bajo un mismo techo.
Pero ir al gimnasio, finalmente y retomando la idea central de esta entrada, hay que ir. Está bueno hacer algún tipo de actividad física. Para la salud, para sentirse bien y para mover el cuerpo dándole de esta manera la posibilidad de que oxigene su sangre y entre en movimiento su organismo. Es en cierta forma liberador, descontracturante y desestresante hacerlo. Es una buena opción, definitivamente. Una buena y saludable opción.

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