viernes, 5 de febrero de 2016

Niños que se creen adultos y opinan...

Si se es un niño o una niña y aún no se ha alcanzado ni los 10 años, considero que se debe adoptar, naturalmente (ya que a esa edad poco existe todavía en una persona de todo el mecanismo de especulación y control premeditado de unos sobre otros, propio de los adultos) una postura y una forma de ser acorde a alguien de esa edad.
Me ha pasado un par de veces de encontrarme esporádica y/u ocasionalmente frente a pequeños que apenas transitan poco más del primer lustro de su primera década de vida que hablan y opinan (¿opinan?) con fundamentos y artilugios de adultos, y lo que es aún peor, de adultos irracionales, de esos que quieren hacer valer sus ideas a toda costa sin tratar de confrontarla con algo diferente para ver qué sale de ese encuentro (de ideas); es decir, niños que repiten como loro consignas y nombres escuchados de sus mayores (seguramente sin tener una cabal idea de lo que están esgrimiendo con un discurso que, a las claras, se percibe impuesto "desde el ejemplo o la referencia" pero nunca [no podría ser así] nacido de ellos, por sí solos).
Y tener que vivir este tipo de encuentros no me satisface en lo más mínimo, porque nada queda de éstos, ni para los niños parlantes ni para mí, porque con respecto a los primeros, al menos en la interacción que pueda llegar a darse conmigo, les dejo en claro que me parece feo, inapropiado, y hasta triste que pequeños de su edad aborden temas que en definitiva lo único que hacen es contaminar a la gente y a las relaciones sociales, cuando ellos (niños o niñas) deberían estar hablando de cosas lindas y más a tono con su edad, de cosas que sí entiendan y sepan lo que están diciendo; y con respecto a mí tampoco me dejan nada positivo o constructivo ni que me ayude a crecer o a modificarme en mi postura general ante la vida y en la manera de afrontarla ya que al encontrarme, literalmente, frente a almas que apenas han abandonado el jardín de infantes (kinder) hace un par de años no puedo enfocar ni siquiera "una discusión" que ayude a establecer mi punto de vista porque la otra parte (la infantil) no lo entendería.
Por eso es que me embravece y me entristece tener que pasar por este tipo de experiencias ya que pienso que yo, como padre, no permitiría (y no estaría sesgando ni prohibiendo o coartando ningún tipo de libertad) que niños tan pequeños, desde tan temprana edad, tuvieran esa impronta tan combativa y aleccionadora con respecto a temas que no les debería incumbir tratar aunque los puedan conocer por oír a sus mayores hablar de ellos o ver en programas de tevé todo tipo de información basura como la que mandan sin filtro algunos programas (noticieros/canales de noticias) a sus televidentes, la mayoría de ellos programas amarillistas, que solo buscan "llevar agua para su molino" y que se convierten en un campo de batalla, en un comercio, en una bandera política, en un apoyo absoluto a poderes que les sirven para seguir haciendo sus negociados, etc., y donde lo último que hacen es hacer gala de su verdadera función que es mantener a su audiencia despierta y alerta de todo lo que suceda a diferentes niveles de la información, justamente, informándonos.
Los niños, niños son y, en esa etapa tan soñada y mágica que es la infantil, deben vivir al ton de su niñez, riendo, disfrutando, y yendo felices y libres por la vida. Nada de ideas que los amarguen, los asusten, los enojen ni los contaminen, y mucho menos que los afeen y los hagan irritables o repulsivos por querer actuar o mostrarse, quizás sin darse cuenta, como algo que no son y que cuando lo sean van a querer haber demorado mucho más el momento de llegar a serlo: adultos.

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