¿Se han dado cuenta que cuando, en medio de una conversación, queremos indicar que algo es negativo en nuestro interlocutor comenzamos diciendo "a mí me parece que…" para luego continuar la oración; y si por el contrario ese algo es positivo decimos directamente "vos sos/estás…" y largamos lo que vamos a decir, así sin más?
No es algo que se me ocurra a mí, ni mucho menos, sino que está comprobado que así se da cuando tienen lugar una u otra situación ─decir algo negativo o positivo del otro en una conversación─ y escuché hablar de este tema en programa de radio durante el fin de semana y me pareció que no dejaba de ser interesante la idea.
Yo, por mi parte, opino que debe ser que, ante la objeción negativa que podemos llegar a hacerle a alguien, preferimos comenzar suavizando la sentencia con ese "a mí me parece que..." (o similares) que podría dar a entender que estamos aceptando, quizás de antemano y a modo de autoprotección, estar errados en nuestro parecer.
Y con respecto al tema de que cuando vayamos a decir algo positivo del otro no demos demasiadas vueltas o no andemos con rodeos me parece que tiene que ver con que cuando sabemos que vamos a expresar algo ─en definitiva─ bueno, y que por otro lado a todo el mundo le gusta escuchar sobre sí mismo, no precisamos de ningún artificio de protección previo y por lo tanto exponemos directamente la idea comenzando con ese "vos sos/estás..." (o similares).
Bueno, básicamente de esto trata la entrada que ofrezco en este momento, sólo de esto. Como les decía, al escucharlo durante el fin de semana en un programa radial, me llamo la atención darme cuenta de que nunca me había puesto pensar en esto, como quizás tampoco jamás ustedes lo hayan hecho, y por tal motivo, y porque ─repito─ no deja de parecerme un dato curioso, quise compartirlo con ustedes. Hasta otro momento.
No es algo que se me ocurra a mí, ni mucho menos, sino que está comprobado que así se da cuando tienen lugar una u otra situación ─decir algo negativo o positivo del otro en una conversación─ y escuché hablar de este tema en programa de radio durante el fin de semana y me pareció que no dejaba de ser interesante la idea.
Yo, por mi parte, opino que debe ser que, ante la objeción negativa que podemos llegar a hacerle a alguien, preferimos comenzar suavizando la sentencia con ese "a mí me parece que..." (o similares) que podría dar a entender que estamos aceptando, quizás de antemano y a modo de autoprotección, estar errados en nuestro parecer.
Y con respecto al tema de que cuando vayamos a decir algo positivo del otro no demos demasiadas vueltas o no andemos con rodeos me parece que tiene que ver con que cuando sabemos que vamos a expresar algo ─en definitiva─ bueno, y que por otro lado a todo el mundo le gusta escuchar sobre sí mismo, no precisamos de ningún artificio de protección previo y por lo tanto exponemos directamente la idea comenzando con ese "vos sos/estás..." (o similares).
Bueno, básicamente de esto trata la entrada que ofrezco en este momento, sólo de esto. Como les decía, al escucharlo durante el fin de semana en un programa radial, me llamo la atención darme cuenta de que nunca me había puesto pensar en esto, como quizás tampoco jamás ustedes lo hayan hecho, y por tal motivo, y porque ─repito─ no deja de parecerme un dato curioso, quise compartirlo con ustedes. Hasta otro momento.
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