Muchas veces cuando uno se encuentra con un par de contrariedades en su vida, contrariedades que se van sucediendo una tras otra como no ocurre en otros momentos, todo parece dar a entender que esta situación seguirá constantemente también sin detenerse, y es por eso que inconscientemente nos vamos ubicando nosotros mismos en ese lugar de eterno padecimiento.
Asumimos que todo nos va saliendo mal y es entonces que llegan a nosotros cientos de razonamientos de lo que pudiere estar pasando. Generalmente, en estos casos, todos esos razonamientos se ven influenciados por la desazón de sentirnos con una mala racha y por tal motivo no son verdaderas conclusiones de lo que realmente está sucediendo en nuestra vida.
Debemos, aunque resulte bastante complicado, tratar de bajar al máximo posible nuestras expectativas con respecto a lo que vemos que nos está sucediendo y a lo que pensamos que podría seguir dándose sobre nosotros. Nada debe llevarnos al lugar del pensamiento de que ya nada se puede hacer más que ponerse mal, fastidiarse con uno mismo y con los demás, y reaccionar de manera negativa para de esta forma, retomando la idea de ubicarnos nosotros mismos en determinado funesto lugar, seguir fomentando ese desarrollo de lo que nos acontezca.
Que siempre las personas pasamos por diferentes momentos en nuestra vida eso no es novedad, por lo tanto para que lastimarse uno mismo adrede con hipótesis falaces de lo que ocurre si, después de todo, lo que sucede por algo sucede, y porque no tratar de ver todo aquello que "no nos está sucediendo" ─que podría ser peor que lo sucedido─ para de esta forma seguir adelante sin esperar una nueva catástrofe al nivel que sea, aspirando a vivir más relajadamente y de una manera más descontracturada de ahí en más.
Deseaba remarcar esta idea porque quizás le haga bien a alguien que esté atravesando por un momento así en su vida y no pueda divisar un horizonte luminoso y positivo más allá de su presente y porque con cada reflexión que brota de mi interior yo también puedo rever serenamente la esencia de lo que puede estar pasando en mi vida sin caer en esto mismo de lo que hablaba, eso de pensar que todo es una racha que no se sabe cuándo terminará.
Yo escribo para mí y para quienes deseen compartir ─haciendo suyas mis palabras─ lo que aparezca algún que otro día en este blog, mi lugar de expresión. Gracias entonces porque, al margen de que sus lectores sean uno o muchos, ya me siento gratificado al momento de permitirme volcar mi expresión para que, quizás a partir de ella, podamos todos, o al menos algunos, seguir avanzando, creciendo y compartiendo desde lo simple y lo cotidiano aquello que también hace y forma parte de nuestra vida.
Asumimos que todo nos va saliendo mal y es entonces que llegan a nosotros cientos de razonamientos de lo que pudiere estar pasando. Generalmente, en estos casos, todos esos razonamientos se ven influenciados por la desazón de sentirnos con una mala racha y por tal motivo no son verdaderas conclusiones de lo que realmente está sucediendo en nuestra vida.
Debemos, aunque resulte bastante complicado, tratar de bajar al máximo posible nuestras expectativas con respecto a lo que vemos que nos está sucediendo y a lo que pensamos que podría seguir dándose sobre nosotros. Nada debe llevarnos al lugar del pensamiento de que ya nada se puede hacer más que ponerse mal, fastidiarse con uno mismo y con los demás, y reaccionar de manera negativa para de esta forma, retomando la idea de ubicarnos nosotros mismos en determinado funesto lugar, seguir fomentando ese desarrollo de lo que nos acontezca.
Que siempre las personas pasamos por diferentes momentos en nuestra vida eso no es novedad, por lo tanto para que lastimarse uno mismo adrede con hipótesis falaces de lo que ocurre si, después de todo, lo que sucede por algo sucede, y porque no tratar de ver todo aquello que "no nos está sucediendo" ─que podría ser peor que lo sucedido─ para de esta forma seguir adelante sin esperar una nueva catástrofe al nivel que sea, aspirando a vivir más relajadamente y de una manera más descontracturada de ahí en más.
Deseaba remarcar esta idea porque quizás le haga bien a alguien que esté atravesando por un momento así en su vida y no pueda divisar un horizonte luminoso y positivo más allá de su presente y porque con cada reflexión que brota de mi interior yo también puedo rever serenamente la esencia de lo que puede estar pasando en mi vida sin caer en esto mismo de lo que hablaba, eso de pensar que todo es una racha que no se sabe cuándo terminará.
Yo escribo para mí y para quienes deseen compartir ─haciendo suyas mis palabras─ lo que aparezca algún que otro día en este blog, mi lugar de expresión. Gracias entonces porque, al margen de que sus lectores sean uno o muchos, ya me siento gratificado al momento de permitirme volcar mi expresión para que, quizás a partir de ella, podamos todos, o al menos algunos, seguir avanzando, creciendo y compartiendo desde lo simple y lo cotidiano aquello que también hace y forma parte de nuestra vida.
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